Las Islas Caimán están ubicadas en el Caribe a una hora de Miami y a solo 260 kilómetros al noroeste de Jamaica. Este destino, que pertenece al territorio británico, consiste en tres islas: Grand Cayman, la isla más grande de las tres, Cayman Brac y Little Cayman, fácilmente accesibles una de la otra.
En Grand Cayman, donde se ubica la internacionalmente reconocida Seven Mile Beach, hay una atracción clásica que todos los que viajan a las Islas Caimán deben experimentar al menos una vez en la vida. Stingray City representa uno de los tours más distintivos en todo el Caribe. Ya que, consiste de una visita en bote a un banco de arena en donde uno puede ver a un gran número de rayas sureñas.
Stingray City en Grand Cayman es una forma única de tener una experiencia cercana con este hermoso animal, en un ambiente seguro en su hábitat natural.
Esta atracción es una de las visitas más escogidas por los viajeros que deciden pasar algunos días explorando la isla además de disfrutar las playas mundialmente famosas disponibles en las Islas Caimán.
Existen dos tours que van a Stingray City con diferentes itinerarios y horarios:
- «El primero es el tour “early bird” desde las 7:30 hasta las 10:30 am y tiene tres paradas», explica Paul Deegan, propietario de Cayman Six Senses..
- El segundo es el «Eco Tour» va desde las 12:00 a las 5:00 pm y cuenta con seis paradas.
¿Cómo es el acercamiento adecuado con las rayas en las Islas Caimán ?
Pero interactuar con estos maravillosos animales se requiere de procedimientos y pautas específicas para garantizar el bienestar de estos animales.
Monique Jackson, representante de Red Sail Sports, lo explica con más detalle: “Educamos a los pasajeros con nuestras guías sobre como interactuar correctamente con las rayas para asegurar que se respete su ambiente. Por lo que, se les aconseja mantener sus pies cerca de la tierra y no hacer movimientos exagerados. Nuestros guías están felices de mostrarle a los invitados como interactuar con las rayas”.
Las rayas por ningún motivo deben ser alzadas del agua.
“No se permiten zapatos o cubrirse los pies cuando se entre al agua y todos deben observar y no hacerles daño pues es contra de la ley levantarlas o darles mucho de comer. Ya que, se hace una revisión médica dos veces al año para asegurar que las rayas sigan sanas y su número aumente”, agregó.
Hace algunos años solo se tenían 60 ejemplares pero con los cuidados los números se han duplicado.
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