Aart Overeem utilizó la variación en la intensidad de la señal de 2 mil 400 dispositivos móviles para analizar la cantidad de precipitación que caía en un área
Aart Overeem, investigador de la Universidad de Wageningen en Holanda, utilizó la variación en la intensidad de la señal de 2 mil 400 dispositivos móviles para analizar la cantidad de precipitación que caía en un área.
Dado que la lluvia absorbe y dispersa las señales telefónicas, la comparación entre la intensidad de éstas en un área específica permite trazar un mapa que grafique la cantidad de precipitación que cae sobre dicha zona. Tras llevar a cabo la prueba, Overeem asegura que la calidad de la imagen obtenida es comparable a la que arrojan los pluviómetros o los radares meteorológicos; inclusive afirma que este método es mucho más práctico y confiable.
Los pluviómetros son recipientes de medición que recolectan la lluvia que cae en un área determinada. Para que éste adquiera datos verídicos, debe colocarse en un área despejada, lejos de edificios y árboles. Además, tiene una serie de limitaciones:
En primera instancia, el pluviómetro se vuelve completamente inútil en condiciones meteorológicas extremas. El fuerte viento de los huracanes o de las tormentas tropicales evita la acumulación de agua en el recipiente, dando una lectura inexacta. Así mismo, las temperaturas bajo cero provocarán que el agua se congele en la boca del pluviómetro, impidiendo la subsecuente colecta. Aparte de esto, las gotas suelen adherirse a las paredes del aparato, proveyendo datos ligeramente por debajo de la precipitación real.
Con esta información, no es de extrañar que la Revista de Hidrometeorología reportara que entre 1989 y 2006 el número de pluviómetros instalados en Europa disminuyera en 50%, mientras que en América del Sur el detrimento fuera de 90%.
La nueva técnica experimentada por Overeem demuestra ser mucho más práctica ya que utiliza de manera secundaria un sistema ya existente. Esto reduce enormemente los costos de las lecturas, que, por lo demás, tienen el potencial de ser mucho más constantes y exactas que las de los pluviómetros.
Además, el bajo costo del sistema sería verdaderamente útil para países tercermundistas que no tengan los recursos para adquirir otro tipo de equipo, dando así más de un beneficio a la población.