Un hallazgo en la genética de estos animales demuestra el impedimento de los humanos a crecer extremidades
Recientes descubrimientos aseguran que las proteínas que hacen posible esta cualidad en las salamandras no son codificables por el genoma humano.
La Notophthalmus viridescens es conocida por su increíble capacidad de regenerar diversos tejidos en caso de daño o amputación, incluyendo el difícil músculo cardiaco, algunos componentes del sistema nervioso central e inclusive la retina. Es por esto que algunos doctores vieron la posibilidad de encontrar una solución parecida para los humanos en el código genético de este animal.
Dado que existen algunos genes que son comunes para toda la fauna, el doctor Thomas Braun, del Instituto Max Planck de Investigación Cardiaca y Pulmonar, decidió llevar a cabo una investigación para corroborar si la extraordinaria capacidad de las salamandras estaba codificada dentro de uno de estos genes. Sin embargo, sus hallazgos fueron desesperanzadores.
Braun se enfrentó a un extenso genoma dentro de las salamandras, de unas diez veces el tamaño del genoma humano. A pesar de esto, el equipo compiló un catálogo de todos los transcriptos de ARN de la N. Viridescens para descubrir qué proteínas codificaba cada gen.
De los más de 120 mil transcriptos, solamente 15 mil codificaban para proteínas. Y de éstas, 826 eran halladas exclusivamente en salamandras. Lamentablemente, aquellas responsables de la regeneración de tejido se encontraban dentro de estas escasas 826 proteínas.
Por el momento, la regeneración de tejido parece seguir fuera de alcance para la comunidad científica.