El terremoto que sacudió Japón en marzo pasado y generó un tsunami mató a más de 15 000 personas y arrastró millones de toneladas de desperdicios.
El terremoto que sacudió Japón en marzo pasado y generó un tsunami mató a más de 15 000 personas y arrastró millones de toneladas de desperdicios ?automóviles, casas, pedazos de pueblos? al mar. Desde entonces, estos lúgubres restos flotantes se han movido hacia el este por pesquerías, rutas marítimas comerciales y hábitats naturales.
Para discernir cuándo y dónde llegarán los restos, Nikolai Maximenko y Jan Hafner de International Pacific Research Center utilizan un modelo de corrientes oceánicas basado en datos satelitales y el comportamiento de 15 000 boyas científicas a la deriva.
Predicen que los desechos llegarán a las Islas Midway un año después del desastre. Para el segundo aniversario llegarán a Hawái. En tres años, la costa de Norteamérica los verá. Por último, cinco años después, los desechos llegarán a la famosa Mancha de Basura del Pacífico Norte.
Los oceanógrafos Curt Ebbesmeyer y Jim Ingraham favorecen un modelo más viejo que se basa en los efectos de los vientos. Sostienen que los objetos que floten, como neumáticos, televisiones, juguetes de plástico, podrían llegar a California y a la Columbia Británica este año. Para 2014, dice Ebbesmeyer con solemnidad, también podrían llegar zapatos con pies dentro. Su mensaje a los visitantes de las playas: «Sean respetuosos.»