El nuevo viajero de los Estados Unidos es el coco, el maravilloso coco.
Bebida saludable, rayado, en un tapete tejido, como biocombustible… ¿hay algo en lo que el coco no pueda convertirse? Los humanos han usado este versátil «fruto» de las palmeras durante unos 500,000 años, estiman algunos. Y aun así, los cocos conservan su posición de vanguardia.
Toma su atractivo como fuente de energía. Este año, Tokelau, un trío de atolones del Pacífico sur, intenta generar toda su energía a través del sol y aceite de coco. Se ha unido a otros países ricos en coco ?como Papúa Nueva Guinea, Filipinas y Vanuatu?, que han mezclado o modificado aceite de coco para hacer funcionar buques, camiones y vehículos oficiales.
En el frente de la salud, el agua de coco, llena de electrolitos, está haciendo olas en Estados Unidos y Brasil, donde el consumo de este líquido se duplicó entre 2005 y 2010. Llámale giro gourmet para una bebida hidratante que, desde hace mucho, se bebe directo de la fruta.
——————————————————————
No lo toques: el coco tiene el empaque perfecto. Durante millones de años, este fruto tropical ha poblado las islas transportándose de una a otra en su cáscara flotante. Este embalaje también le resulta de ayuda para navegar
en el sistema postal de Estados Unidos.
Enviar un coco por correo es sorprendentemente sencillo: anota la dirección en la superficie, pega los timbres y se va. Cada año se envían unas 3,000 «postales de coco» (arriba) desde la oficina de coreos Hoolehua, en Hawái. Pero la creatividad puede provenir de dondequiera.
Otros paquetes autocontenidos como calabazas, trozos de madera flotante, sandalias y mensajes en botellas llenas de arena también han pasado por el correo. El Servicio Postal de EUA trata de cumplir con el envío siempre y cuando los objetos no representen riesgo, dice la portavoz Sue Brennan. «¿Se puede enviar un perro?, nos preguntan con frecuencia -dice-. Y la respuesta es ¡no!».