Casi la tercera parte de todos los simios, monos y demás primates se encuentra en peligro de extinción.
El reporte se enfoca en las 25 especies más amenazadas Bangkok, Tailandia. Casi la tercera parte de todos los simios, monos y demás primates se encuentra en peligro de extinción debido a la desmedida destrucción de su hábitat, el uso comercial de su carne y el comercio ilegal con la vida salvaje, reveló un informe publicado recientemente.
De las 394 especies conocidas de primates, 114 han sido clasificadas como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN por sus siglas en inglés). El informe de Conservación Internacional y la Sociedad Primatológica Internacional de Hainan, China, ha concentrado esfuerzos en la crisis de las 25 especies de primates más amenazadas, incluido el gibón de Hainan, del cual sólo quedan 17 ejemplares.
«Todos los supervivientes de las 25 especies cabrían en un estadio de fútbol; así de pocos quedan en la Tierra», declaró Russell A. Mittermeier, presidente de Conservación Internacional. «La situación es peor en Asia, donde la destrucción de bosques tropicales, la caza y el comercio de monos ha puesto a muchas especies en grave peligro», agregó Mittermeier, quien también es presidente de la junta del Grupo Especialista en Primates de IUCN.
Los 25 primates más amenazados incluyen 11 especies de Asia, 11 de África y 3 de América Central y del Sur. El listado abarca animales muy conocidos como el orangután de Sumatra, en Indonesia y el gorila de Cross River de Camerún y Nigeria, así como especies menos familiares como el lémur grande del bambú (Prolemur simus) de Madagascar.
Seis especies aparecen por primera vez en el informe, incluido un tarsio indonesio recién descubierto que todavía no ha sido designado con un nombre formal, así como el kipunji de Tanzania, descubierto apenas en 2003. «Algunas de las nuevas especies que hemos encontrado ya están amenazadas -apuntó Mittermeier-. Si se descubre una nueva especie que vive en un área muy afectada por la caza y la destrucción del hábitat, se sabe de forma inmediata que está amenazada».
El informa afirma que la pérdida de hábitat debido al desmonte de bosques tropicales para su explotación agrícola, la tala y el uso de madera como combustible todavía es la causa principal de la menguante población de primates. Además, el cambio climático ha modificado el hábitat de muchas especies y ha vuelto más vulnerables a las que tienen territorios reducidos.
La caza de subsistencia y con fines comerciales es otra grave amenaza para los primates, sobre todo en África y Asia. El informe reveló que la captura de animales vivos para el comercio de mascotas es otra seria amenaza, particularmente en Asia.
Cuatro primates de la lista, indígenas de Vietnam, han sido diezmados por la caza para la venta de su carne y huesos, señala Barney Long, biólogo ecologista del programa Greater Mekong de WWF. «Las cuatro especies están al borde de la extinción», aseveró Long, acerca del langur de dorso negro (Trachypithecus delacouri), el langur de cabeza dorada (Trachypithecus poliocephalus), el douc de piernas grises (Pygathrix cinerea) y el langur ñato Tonkin (Rhinopithecus avunculus).
«Las poblaciones clave se han estabilizado, pero hace falta una mayor observancia de la ley y más empeño para persuadir a las comunidades locales de contribuir a la conservación y lograr que las cifras aumenten».
No todas las noticias son malas
Nueve primates han sido retirados de la lista publicada en el informe de 2004 debido, ante todo, a que reiterados esfuerzos de conservación han contribuido a salvar sus poblaciones. Entre ellos se encuentran el gorila oriental (Gorilla beringei) de África, el tití león de cara negra (Leontopithecus caissara), el mono maicero (Cebus apella; también conocido como capuchino de cabeza dura o mico cai) de Brasil y el sifaka sedoso (Propithecus diadema perrieri) de Madagascar.
«Si invertimos adecuadamente en una especie y adoptamos las medidas de conservación necesarias, podremos reducir el riesgo de extinción -enfatizó Mittermeier-. Con recursos suficientes retiraríamos a cada una de estas especies de la lista en los próximos cinco o diez años».