Se espera que para 2030 nueve mil millones de personas vivirán en zonas urbanas, lo que afectaría al ecosistema de la Tierra
Se espera que para 2030, cerca de nueve mil millones de personas vivirán en las zonas urbanas, y se creé que las ciudades se triplicarán de tamaño, llegando a ocupar 1.2 millones de kilómetros cuadrados de la superficie terrestre.
Karen Seto, investigadora ambiental urbana de la Escuela de Estudios Forestales y Ambientales de la Universidad de Yale, y sus colegas, dividieron el área global en pequeñas parcelas, con el pronóstico del crecimiento interno bruto, crecimiento demográfico y la cobertura del área urbana de 2000 a la fecha.
Se proyectó que parcelas tendrían una mayor o menor probabilidad de sucumbir a la urbanización en las próximas décadas. Utilizando ese modelo, se expuso que 1.2 millones de kilómetros cuadrados tienen una probabilidad de 75 por ciento de urbanizarse, y cerca de 6 millones de kilómetros cuadrados serán parte de la metrópoli.
«La expansión de las áreas urbanas tendrá un impacto directo en las zonas donde existe la biodiversidad» explica Seto.
Cinco por ciento de la expansión provendrá de la urbanización en India y China, países que no han dejado de crecer en las recientes décadas.
Donde se predice habrá más urbanización será en las áreas que actualmente están desarrollándose en África, como la costa oeste, recorriendo el Golfo de Guinea, las costas del Lago Victoria, abarcando Burundi, Kenya, Rwanda y Uganda, entre otras regiones.
Esto son malas noticias para la flora y la fauna de la tierra. Los bosques de Guinea, junto con todo el oeste de África, los distritos occidentales en la India y Sri Lanka, son hogares de la biodiversidad del mundo, poseedores de enormes proyectos de urbanización.
Además, las grandes nuevas ciudades crecerían en territorio donde ya existen animales en peligro de extinción.
La masiva urbanización resultará en grandes emisiones de gases de efecto invernadero, que conducen el cambio climático. Un estimado de mil 380 millones de toneladas de carbono se liberarán a la atmósfera cuando los bosques se transformen en caminos, se construyan casas y edificios.
Actualmente las ciudades son las responsables del 70 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono.
«Tenemos que pensar como sociedad, en cómo queremos que los lugares urbanos se desarrollen y sirvan a la humanidad? sostiene Seto. ?Con demasiada frecuencia, la expansión urbana es caótica».
El caos de la urbanización también puede enfermar a los humanos, recortar suministros de agua y alimentos. Por ejemplo, personas de Australia requieren agua y uso de la tierra en lugares distantes al continente.
«Las ciudades siempre han confiado en tierras aledañas a ellas para tener comida y combustible para vivir» escriben los investigadores.
Fuente: Scientific American