El término queso americano puede referirse a una variedad de quesos procesados con base en el cheddar. En Estados Unidos, cerca de 85% se vende en rebanadas.
Rebanado y en empaque individual, en lata, fundido o en cubos, el queso americano tiene formas diversas pero a menudo es anaranjado. Irónicamente, su nombre patriótico y color provienen de Inglaterra. La creciente población británica de mediados del siglo xix estaba acostumbrada al vistoso cheddar.
Los exportadores de Estados Unidos respondieron a esta demanda tiñendo su queso, naturalmente blanco, con achiote, polvo color naranja elaborado a partir de semillas. Los ingleses compraron 2.6 millones de kilogramos del cheddar coloreado en 1863, llamándolo «queso americano», comenta Paul Kindstedt, científico de la comida.
El nombre y la tonalidad se quedaron; y conforme Estados Unidos se añadía estados, el queso ganaba consumidores. Incluso se hicieron unos más anaranjados durante la Primera Guerra Mundial, cuando James L. Kraft inventó los quesos procesados que usaron la base de cheddar. Estos alimentos más duraderos, etiquetados como queso americano, se incluían en las raciones de los soldados.
Al regresar a su hogar, germinaron en la demanda actual por una mayor variedad de estos vistosos cuadrados.