Charles F. Bolden, administrador de la NASA, ha declarado lo que pocos quieren oír
Charles F. Bolden, administrador de la NASA, ha declarado lo que pocos quieren oír. Frente a objetos espaciales dirigidos hacia la Tierra, lo único que se puede hacer es rezar. Mientras tanto, la NASA se esfuerza por desarrollar tecnologías que pudiesen prevenir una futura colisión.
El bólido de Chelyabinsk que explotó sobre Rusia el pasado 15 de febrero y el asteroide que pasó el mismo día a poco más de 27 Km de la Tierra, una distancia sin precedencia por su cercanía, sirvieron para recordar al mundo que vivimos en un planeta constantemente amenazado por la actividad en nuestro sistema solar.
Actualmente, la NASA ha encontrado y se encuentra rastreando la trayectoria de aproximadamente el 95% de los objetos de 1Km de diámetro o más que se encuentran cercanos a la Tierra. Un asteroide de ese tamaño posiblemente podría aniquilar la humanidad. Sin embargo, asteroides con un diámetro menor a los 50 metros son más difíciles de localizar. Se sabe del 10% de los estimados 10 mil que podrían dañar a una ciudad.
El meteorito que azotó Chelyabinsk ha sido el más grande en caer a la Tierra desde el evento Tugunska en 1908. En promedio, un objeto de ese tamaño colisiona con el planeta una vez cada mil años. Investigadores alrededor del mundo tienen tiempo para idear una estrategia que nos salve de una futura catástrofe. Por ahora, sólo queda rezar.