Se dispararán 5 misiles con fines de investigación de las corrientes de aire que existen en altitudes extremas.
En lo que resta del mes de marzo, el Complejo de Vuelos Wallops de la NASA, en Virginia, EU, lanzará cinco cohetes, o sondas, en un lapso de 5 minutos, para estudiar las corrientes de aire que se dirigen al este en altitudes grandes (12 mil metros), a alta velocidad y que afectan la frontogénesis, término que en meteorología se refiere al proceso de formación o intensificación de un fenómeno o sistema frontal por influencias físicas (radiación) o cinemáticas (movimiento del aire).
El estudio, Anomalous Transport Rocket Experiment (Cohetes de Transportación Anómala, ATREX), es una misión que lanzará cinco sondas heliofísicas que reunirán información necesaria para entender mejor el proceso responsable de las corrientes de aire en grandes altitudes.
Estas corrientes viajan desde los 300 kph, lo que representa una rápida vía de transporte desde las latitudes centrales hasta las regiones polares. Siendo esta región donde fuertes corrientes eléctricas toman lugar en la ionosfera, existe una gran turbulencia eléctrica, que se traslada rápidamente, capaz de afectar negativamente los satélites y las radiocomunicaciones.
Las sondas cohetes que se utilizarán para la misión serán dos Terrier Malemutes Mejorados, dos Terrier Orion Mejorados, y un Terrier Oriole, y su funcionamiento reside en liberar un rastro químico que formará blancas nubes que «mostrarán» las corrientes en el espacio, tanto para los científicos como para los espectadores que estén en el lugar y punto adecuados.
Además, dos sondas contarán con instrumentos para medir la presión y temperatura de la atmosfera a esa altitud llena de corrientes veloces.