La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) anunció que planea construir una base que funcione con energía solar en uno de los polos de la Luna.
La base funcionará con energía solar y contará con presencia humana permanente
La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) anunció que planea construir una base que funcione con energía solar en uno de los polos de la Luna, también se espera que cuente con personal permanente para 2024.
En esta ocasión, en lugar de una estrategia similar al programa Apolo de los años sesenta y setenta, que constaba de una serie de viajes breves a la Luna, se optó por el concepto de una base lunar, que posibilitará la presencia humana continua en la superficie lunar y ayudará a la agencia espacial a preparar misiones futuras a Marte y a otros lugares, explicó Shana Dale, directora administrativa de la NASA.
«También fomentará asociaciones globales, permitirá que se madure la utilización de recursos locales y las exploraciones futuras se ejecutarán más rápido», comentó Dale en conferencia de prensa. El anuncio fue parte de la estrategia exigida por el Congreso para cumplir con el plan 2004 del Presidente George W. Bush: «Visión para la exploración espacial de EUA».
El proyecto incluye el regreso a la Luna antes de 2020. El objetivo es aprovechar los recursos lunares y establecer un punto de partida para exploraciones posteriores. Dale agregó que la agencia espacial está en busca de socios internacionales en los sectores públicos y privados para participar en la construcción y el uso de la base lunar.
Base polar
Tras la decisión de Dale y de más de un millar de expertos de 14 países para construir la base, la pregunta obvia fue: ¿dónde? «Lo que buscamos ahora son locaciones polares, tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur», explicó Dale. Se cree que los polos de la Luna reciben constantemente la luz del Sol, lo que posibilitaría la generación de energía solar.
Además, las temperaturas polares son relativamente moderadas. Otras regiones lunares tienden a fluctuar entre el calor y el frío extremo. Asimismo, los polos contienen cráteres cuyas pendientes pueden permanecer continuamente en la sombra, y hay indicios de que quizá el agua helada y otros elementos químicos potencialmente útiles estén disponibles ahí.
«También es interesante señalar que sabemos muy poco acerca de los polos de la Luna. De hecho, conocemos más sobre Marte», dijo Scott Horowitz, administrador adjunto de la Junta Directiva de Misiones de Sistemas de Exploración de la NASA (NASA’s Exploration Systems Missions Directorate).
Doug Cooke, viceadministrador adjunto de la Junta Directiva, dijo que una posible ubicación sería el borde del Cráter Shackleton, el cual está localizado en el Polo Sur, por lo que recibe luz solar de 75 a 80% del tiempo. «Y es contiguo a una región permanentemente oscura en donde hay elementos volátiles potenciales -sustancias como el agua helada, la cual probablemente se evaporaría si fuera expuesta de forma prolongada a la luz del sol- que podemos extraer y más tarde utilizar», agregó.
El sitio previsto es aproximadamente del tamaño del Washington Mall; mide alrededor de 2.4 km2.
Nave lunar
La NASA prevé utilizar una nave espacial que maximice la cantidad de carga para llegar a la Luna en un solo viaje, señaló Cooke. Horowitz comparó la nave, la cual se encuentra en la fase preliminar de diseño, con una camioneta pick-up.
«Se podrá instalar lo que sea en el compartimiento de carga. Lo llevas a donde quieras, puedes transportar cargamento o tripulación y realizarlo con robots o humanos a bordo. Esta es la clase de acciones que estamos buscando -comentó-. Todo lo que puedes asentar en la superficie lunar te permite desarrollarte más rápido. Cuanto más alunices, mejor».
El plan actual prevé el inicio de la construcción de la base en 2020, y se realizará con equipos de cuatro personas que efectuarán visitas de 7 días a la Luna hasta que sus necesidades básicas queden cubiertas. «Probablemente tome varios años, quizá hasta 2024, antes de que podamos ver una base completamente funcional, donde se mantenga una presencia constante con equipos que roten, como se hace actualmente en la Estación Espacial Internacional», concluyó Horowitz.