Irán envió un mono al espacio y hay científicos que lo ven como un desperdicio
Tras la noticia de que Irán había enviado exitosamente a un primate al espacio en los últimos días, Kenneth Halberg, investigador de la Universidad de Copenhague, estableció que dicho experimento brinda poco al mundo de la ciencia.
Michael Elleman, miembro del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres, cree que los actuales experimentos de Irán son más bien evidencias de autonomía y avance tecnológico que el país quiere comunicar a sus contrincantes China e India, ya que de querer construir un programa espacial serio y avanzado, éste habría buscado consejo de otros países más experimentados en el área.
Halberg explica que los estudios con monos se han realizado desde los años 40, y que está más que comprobado que un ser vivo puede subsistir en las condiciones adversas que presenta el espacio exterior.
Las investigaciones actuales están más bien centradas en estudiar los efectos de la exposición prolongada ante dichas condiciones, ya que, de considerarse un viaje interplanetario, se estaría hablando de perdurar cuatro años a bordo de una nave espacial.
Una cápsula espacial no tiene la capacidad para aislar durante tanto tiempo fenómenos como radiación, presión y temperaturas heladas; Y eso sí que representa un peligro para los seres humanos que tripulen dicha nave.
Es por esto que Halberg está estudiando las características fisiológicas de los tardigrados, organismos invertebrados de menos de 1.5 milímetros de tamaño que tienen la habilidad de vivir en circunstancias extremas. Los tardigrados usualmente viven en el liquen y en el musgo, sin embargo, cuando el agua desaparece del ambiente, deshidratan su cuerpo e hibernan sin metabolismo alguno hasta que el agua vuelva a aparecer. Esto los hace altamente resistentes ante la radiación y los cambios de temperatura.
Ya en 2007, la Agencia Espacial Europea envió tardigrados al espacio a bordo del FOTON-M3. A su regreso, la mayoría había sobrevivido a niveles mortales (mil veces mayores a los de la Tierra) de radiación ultravioleta.
Después de tales experimentos, resulta un poco absurdo considerar al mono que viajó a bordo del cohete «Pishgam» (Pionero) un gran paso para la ciencia. Sin embargo, para Irán, cuya carrera espacial es nula, el suceso representa un gran avance.
Ya en 2010 Irán había enviado exitosamente a una rata, a una tortuga y a varios gusanos al espacio. Sin embargo, el intento de enviar a un mono había fallado en 2011. Estos experimentos son ensayos que está ejecutando el país para poder llevar a cabo una misión tripulada en 2019.
Recientemente el cohete «Pishgam» (Pionero) alcanzó una altura de 120km y regresó de manera intacta a la superficie terrestre.
Este pequeño primate se suma ahora a una larga lista de animales que han hecho posible los viajes tripulados al espacio y el desarrollo de numerosas tecnologías:
– En 1948, Estados Unidos envió a Albert, el primer mono espacial, a una altura de 63 kilómetros sobre la Tierra. Lamentablemente, Albert murió sofocado en la misión.
– En 1949, un año después, Albert II se convirtió en el primer mamífero en viajar al espacio (también enviado por Estados Unidos); sin embargo, éste no sobrevivió al viaje por un problema en la apertura del paracaídas de la cápsula de retorno.
– En 1957, la Unión Soviética se puso al tanto y el mundo conoció a Laika, una perra que orbitó la Tierra a bordo del Sputnik 2. A pesar de que Laika murió en la misión debido al calor dentro de la nave y al estrés al cual estaba sometida, su experiencia brindó información importante a los soviéticos para poder enviar a un hombre llamado Yuri Gagarin a orbitar la Tierra exitosamente en 1961.
– En 1961 Estados Unidos alcanzó a la Unión Soviética con un chimpancé llamado Ham, que alcanzó una altura de 253 kilómetros durante un vuelo de 16.5 minutos. Ham permitió que Alan Shepard siguiera el ejemplo de Gagarin y viajara al espacio exterior.