Alegan que los microbios intestinales ayudan también al desarrollo del sistema inmunológico
Los ratones poseen una amalgama de bacterias, virus y hongos en sus estómagos, al igual que nosotros.
Estos microorganismos ayudan, tanto a los ratones como a nosotros, al descomponer la comida que ingerimos.
Pero conforme avanzan las investigaciones, estos microbios también ayudan a regular el sistema inmunológico, y estamos empezando a aprender el cómo estos organismos microscópicos nos influencian y el cómo su composición nos cambia.
En un esfuerzo para responder a dichas interrogantes, el investigador de posdoctorado Hachung Cheng y sus colegas en el Laboratorio Dennis Kasper de la Escuela de Medicina de Harvard trataron de implementar a ratones exclusivamente de microbiota intestinal, o flora microbiana.
Los microbios humanos hicieron su labor de manera satisfactoria en los intestinos de los ratones, sabiéndose mediante cultivación de gránulos fecales de los animales.
Más interesante, sin embargo, fue que los ratones con estos microbios no desarrollaron sus sistemas inmunológicos como se esperaba. Incluso cuando los investigadores añadieron microbiota de ratas a los ratones, los sistemas inmunológicos de los roedores fallaron en madurar.
Los resultados fueron publicados el 22 de junio en Science.
Los hallazgos son «tal vez los más definitivos que he visto» dijo Eugene Chang, profesor de medicina de la Universidad de Chicago, quien no estuvo involucrado con el estudio.
«(Muestran) la crítica y especifica relación entre el anfitrión y los microbios intestinales, que es necesaria para un desarrollo adecuado de la respuesta inmune del anfitrión» dijo Chang.
Los resultados apoyan la creencia de que los humaos coevolucionamos con nuestros microbios, y muy posiblemente no seriamos los mismos sin ellos.
Esto podría explicar el porqué al alterar nuestros microbiomos, ya sea con antibióticos como con cuidados excesivos a la salud, nuestros sistemas inmunológicos cambian de igual manera, anunciando un incremento en los rangos de autoinmunidad, como las alergias y la diabetes.
«La consecuencia es que el balance entre nosotros y los nuestros microbios, determinado durante la evolución, es alterado en formas que impactan nuestra salud e incrementan el riesgo para muchas enfermedades que eran previamente inusuales» dijo Cheng a Scientific American.