Un sustancioso retrato lunar -y una historia temprana de nuestro sistema solar- surge de una abundancia de datos topográficos recientes.
Hazte a un lado, hombre en la Luna. Ahora hay más que ver gracias al primer mapa detallado de la superficie lunar. Desde 2009, Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA ha disparado rayos láser a la Luna para calcular elevaciones.
El otoño pasado, los resultados se revelaron como un mapa de alta resolución, que incluye un punto casi dos kilómetros más alto que el monte Everest y un catálogo completo de 5 185 cráteres con diámetros mayores a 20 kilómetros. El patrón de impacto sugiere que hace unos 3 800 millones de años dos tormentas de asteroides impactaron la Luna y la Tierra, cuya corteza dinámica retiene menos huellas dactilares celestiales.
Además, un hallazgo reciente: agua congelada en cráteres en los polos lunares, los puntos más fríos conocidos de nuestro sistema solar. «Este es un periodo de renacimiento en los estudios lunares», dice Richard Vondra, de la NASA. Con estudios sobre Marte y Mercurio también en proceso, pronto podría ser desechado aún más folclore cósmico.