Hay zonas infestadas por el mosquito que transmite la enfermedad.
Como muchas de las cerca de 400 000 brasileñas gestantes, Tainara Lourenco, residente de Recife, no puede comprar el repelente contra mosquitos. El ministro de salud del país ha dicho que el gobierno empezará a proporcionarlo.
Jóvenes del barrio de Imbiribeira, Recife, se apartan mientras un trabajador municipal rocía insecticida para matar a los mosquitos portadores de Zika.
Con ocho meses de embarazo, Leydiane da Silva recoge mariscos para venderlos en Recife. Las clases más pobres carecen de mosquiteros y aire acondicionado, y son las que tienen mayor probabilidad de contacto con los mosquitos.
En el barrio Ibura, Recife, se ha registrado el mayor número de niños nacidos con microcefalia. Esta malformación no ha sido vinculada definitivamente con Zika, pero los médicos brasileños sospechan que el virus podría ser la causa de los 3,400 casos recientes.
Un trabajador rocía insecticida para acabar con los mosquitos, que pueden reproducirse en apenas una tapita de agua.
Daniele Ferreira dos Santos sostiene a su hijo, Juan Pedro, durante una revisión en la fundación Altino Ventura, en Recife. Aunque Santos nunca fue diagnosticada con Zika, ella atribuye al virus la microcefalia severa que presenta su hijo.
Gleyse Kelly da Silva, de 27 años, carga a su hija María Giovanna, nacida con microcefalia. Los mosquitos infestan la barriada donde viven.