Cuando retiras la etiqueta de una camisa, toalla o juguete a menudo ves estas tres palabras: Hecho en China.
Así parecería lógico suponer que los palillos chinos, más que cualquier otra cosa, también se fabrican allá. Pero esto es cada vez menos frecuente debido a la escasez de materia prima. Para satisfacer la demanda asiática, una fábrica en Americus, Georgia, con población de 17 000 habitantes, elabora 10 millones de pares a la semana para exportar a China, Japón y Corea del Sur.
¿Por qué en Americus? Por una cosa, explica el dueño de Georgia Chopsticks y nativo de Seúl, Jae Lee: el mercado inmobiliario es barato. Por otro lado, la zona tiene abundantes álamos y liquidámbares, maderas ideales para utensilios desechables.
Sin embargo, los costos ambientales son mínimos, dice Lee. Abierta desde mayo, la fábrica utiliza básicamente los desechos y retazos de aserraderos y papeleras cercanos, por lo cual muy pocos árboles son talados para fabricar estos palillos.