Cada vez se acerca más el momento en que sean accesibles para todos
Actualmente, los estudios genéticos se caracterizan por ser caros y exclusivos. Sólo se llevan a cabo en contados hospitales prestigiosos y para pocos y extraños padecimientos. Sin embargo, cada día la competencia entre las empresas genéticas se torna más ardua, abaratando los precios y proporcionando la posibilidad de que adquirir medicina genómica sea tan común como hacerse un hematocrito.
El origen de todo esto reside en que los corporativos farmacéuticos están buscando proveer el ?paquete completo? como método de crecimiento económico: desde secuencias genéticas, análisis e interpretación, reportes médicos y tratamientos farmacológicos. Y si bien esto beneficia al crecimiento de dichas empresas, también ofrece a los pacientes la posibilidad de acceso a una medicina personalizada que podría convertirse en el nuevo criterio base del cuidado médico.
Hoy por hoy, el mercado genómico abarca poco menos de 50 millones de dólares, pero, según Andrew Kress, vicepresidente de IMS Health, se estipula que éste podría convertirse en una industria multimillonaria si las compañías de seguros comienzan a incluir exámenes genéticos dentro de sus paquetes. Y, si bien a primera vista esto parece algo poco factible dada la reputación de estas compañías, hay que considerar que conocer la información genética de una persona permitiría identificar riesgos clínicos antes de que estos se presenten como padecimientos convirtiéndose en un importante factor de prevención que, a final de cuentas, les ahorraría muchos gastos a los seguros médicos.
De hecho, según un reporte de UnitedHealthcare 2012, la industria ya comenzó su crecimiento: Stanford, Vanderbilt, Mount Sinai y la clínica Mayo han aumentado paulatinamente su inversión en estas áreas. En 2007, Roche adquirió Life Sciences. Posteriormente, Life Technologies compró Navigenics, Ilumina compró BlueGnome y BGI (compañía china) compró Complete Genomics por 118 millones de dólares; una compañía que desarrolla sus propios secuenciadores y plataformas analíticas. La generación de estos gigantes corporativos es precisamente lo que está abaratando los precios de los estudios.
Así que, a pesar de que la posibilidad de prevención de enfermedades como diabetes, cáncer, obesidad e inclusive Alzheimer por terapia génica aún esté a años de distancia, poco a poco la posibilidad se vuelve más factible.