Una bodega podría transportar bienes al espacio
En 2009, Andrew Petro, de NASA, observó un aparato robótico propulsado por láser que subía aproximadamente un kilómetro sobre el desierto de Mojave. Ganador del programa Retos del Centenario de esta agencia -competencias diseñadas para estimular la investigación innovadora-, este diseño demostró el potencial de la transmisión de energía sin cables. Esto, aunado al trabajo con materiales superfuertes, está dando origen a nuevas esperanzas para una visión que desde hace mucho se limitaba a la ciencia ficción: un elevador que pueda llevar cargas y, quizá, personas, a miles de kilómetros de distancia en el espacio.
Este elevador espacial se describió por primera vez en 1960 y también apareció en la novela de Arthur C. Clarke, Las fuentes del paraíso. A esta construcción aún le falta mucho para ser viable, pero la teoría básica es sólida, dice Petro. Tanto la emisión de energía como los materiales fuertes de las «cuerdas», cruciales para el concepto del elevador, son temas centrales de los concursos de la NASA y la conferencia anual del Ascensor Espacial. Otro beneficio fue la producción exitosa, en 1991, de nanotubos de carbono, uno de los materiales más fuertes conocidos. Pero hacerlos adecuados para la cuerda aún es un reto. ¿Y para qué necesitamos el elevador espacial? Una vez construido, dicen sus defensores, podría facilitar el envío de grandes volúmenes de materiales a un precio menor que los cohetes. Y cuando eso sea posible, el siguiente paso podría ser colonizar Marte.
PUNTOS DE GRÁFICA PRINCIPAL (Arriba)
1.- La cuerda
Para fabricar esta cuerda, los nanotubos de carbono, filamentos moleculares muchas veces más fuertes que el acero, son el material más prometedor por su fuerza y ligereza. Una forma plana y curva, como un listón, ayudaría a limitar el daño causado por la basura espacial.
2.- Panel fotovoltaico
Celdas fotovoltaicas en la parte de abajo absorben la luz del láser emitida desde una estación base. La energía del láser se convierte en electricidad para propulsar el ascensor. Celdas solares en la parte superior proporcionan energía adicional.
3.- El recorrido
Al igual que los rodillos de una imprenta, varias ruedas aprietan la cuerda y giran para mover el ascensor. Mantener varios puntos de contacto con el listón contribuye a la distribución del peso
4.- El compartimento de carga
Los modelos básicos prevén un compartimento para 14 toneladas como del tamaño de un tráiler de 18 ruedas, pero podría variar dependiendo de la cuerda. El aluminio, usado en aviones y naves espaciales, es un buen candidato para su construcción.
Lo básico
Como un tren en una vía muy larga, el ascensor (enfrente) avanza a lo largo de un listón de material superfuerte atado a una estación base en la Tierra. Conforme gira el planeta, un contrapeso en el extremo ayuda a conservar la tensión del listón.
Ilustración: STEFAN MORRELL. investigación: Anthony schick
Fuentes: Ben Shelef, Peter Swan, Ted Semon, International Space Elevator Consortium