Antes se pensaba que la longevidad estaba directamente relacionada con el peso y frecuencia cardiaca del animal
Antes los estudios de la longevidad indicaban que la duración de la vida de una criatura estaba directamente relacionada con la masa corporal y la frecuencia cardiaca.
Por ejemplo, se decía que los elefantes, al ser grandes y lentos, vivían más que los ratones, ya que estos roedores son pequeños y rápidos (la frecuencia cardiaca de un ratón es de 700 latidos por minuto).
Pero se han hecho nuevos estudios relacionados con el tema de la longevidad, descubriendo que la duración de la vida de las criaturas depende de más factores.
Por ejemplo, los murciélagos y las aves son animales pequeños pero usualmente viven más tiempo que criaturas más grandes.
Los científicos se dieron cuenta que el tamaño no tiene una relación directa con la duración de la vida de la criatura, pero cuando el crecimiento es rápido, existe una reducción en la longevidad.
Hablando de animales, el gasto energético a lo largo de toda su vida es un dato que puede ser un buen indicador.
Todavía no existen respuestas concretas ni definitivas: la cantidad de factores a analizar y el tiempo que se necesita para realizar los estudios son razones por las cuales todavía no hay certeza sobre lo que determina la longevidad de un animal.
Para entender la relación que hay entre el tiempo y la falta de resultados definitivos, basta decir que las tortugas de las Galápagos viven más tiempo que lo que dura la carrera de un científico.
Fuente: Scientific America