Llámalos pumas o leones de montaña. Los estadounidenses creen verlos en todas partes.
Llámalos pumas o leones de montaña. Los estadounidenses creen verlos en todas partes. No es sorprendente en el Oeste: un manejo estricto ayudó a que el felino depredador se recuperara notablemenete luego de que «cazadores de alimañas» redujeran su población a un nivel muy bajo a mediados del siglo XX.
Los pumas, que se desplazan hacia el Este, repuntan también en el oeste medio. En Dakota del Sur hay más de 200 en crianza; policías de Chicago acorralaron y mataron uno en North Side el año pasado.
Pero los avistamientos en el Este son dudosos. Florida tiene de 70 a 100 pumas silvestres, reminiscencia de los días en que el felino cubría el continente. Tal vez otras personas hayan visto un lince o un gato doméstico descomunal.
«La imaginación de la gente se activa», dice Clay Nielsen, ecologista de la vida silvestre de la Universidad del Sur de Illinois en Carbondale. Si en verdad te encuentras con un puma -que intenta evitar a los humanos-, los expertos dicen: ¡No corras! El felino de 70 kilos podría confundirse y pensar que eres una cena de venado. Marc Silver