Es conocido como Muslos de Trueno, pero no permitas que el apodo chistoso te engañe.
Era un dinosaurio serio, en serio imponente. Es la conclusión de los paleontólogos Mike Taylor y Matt Wedel tras analizar los restos fragmentados de dos saurópodos del periodo Cretácico. Su investigación muestra que incluso en su juventud, este herbívoro de cuello largo ya tenía un hueso de cadera enorme, del tamaño de un platón (detalle arriba).
Ese hueso era ancla de músculos gigantescos en los muslos, que podrían haberse utilizado para dar poderosas patadas a los raptores y otros enemigos. Hallados en una cantera en Utah en 1994, los fósiles permanecieron en un museo de Oklahoma hasta 2007, cuando Taylor y Wedel decidieron estudiarlos.
Para terminar de descifrar la historia de esta especie nueva y aún misteriosa, dicen, se necesitan más muestras. «No estamos volando a ciegas en este momento -dice Taylor-, pero sí un poco miopes».
Los fósiles hallados (resaltados en café en la imagen), quizá de un adulto y un espécimen juvenil, sugieren que el Brontomerus mcintoshi podía crecer tanto como un autobús de dos pisos.
El hueso de la cadera del joven indica que los adultos tenían muslos con músculos enormes.