Enviado por la revista National Geographic a África, el periodista estadounidense Paul Salopek fue acusado de espionaje y otros crímenes.
Sudán culpa de espionaje a un reportero de National Geographic.
Enviado por la revista National Geographic a África, el periodista estadounidense Paul Salopek fue acusado de espionaje y otros crímenes el pasado sábado 28 de agosto por la corte sudanesa, cargos que podrían enviarlo a prisión por varios años. El corresponsal, ganador del premio Pulitzer, estaba trabajando en el Sahel, la zona limítrofe semiárida del sur del Sahara que se extiende a casi todo lo ancho de África.
Pero hace tres semanas, las fuerzas sudanesas en la Provincia de Darfur lo capturaron junto con el chofer Idriss Abdulrahman Anu y el intérprete Suleiman Abakar (ambos pertenecen a la república vecina del Chad). A la hora del arresto, Salopek, quien goza de una licencia por el Chicago Tribune, llevaba consigo mapas públicamente disponibles de Darfur, así como dos pasaportes de Estados Unidos de América.
Según las fuentes cercanas a la investigación, estos elementos son considerados por los oficiales sudaneses como indicadores de espionaje. Viajar con varios pasaportes es legal y hasta común entre los periodistas que buscan trasladarse entre varios países sin causar sospecha.
«Como alguien que ha trabajado en África por más de 15 años, yo también tengo dos pasaportes», comentó Chris Johns, redactor en jefe y fotógrafo de la revista National Geographic. «Los tengo por muchas razones. Por ejemplo, si necesitaba cubrir África del Sur en los días de apartheid, no me convenía (al entrar a los países africanos controlados por los negros) tener un sello sudafricano en mi pasaporte», explica Johns desde su hogar en Virginia.
Añadió que los cargos en contra de Salopek son «falsos». Johns difundió repetidamente la integridad, habilidad y profesionalismo del periodista de 44 años de edad. Además dijo que Salopek «jamás se involucraría en el espionaje, bajo ninguna circunstancia. Él no es un espía».
Opiniones similares llegaron de la editora del Tribune, Ann Marie Lipinski. En una declaración expresó: «Nuestro colega y querido amigo Paul Salopek es uno de los periodistas más brillantes y admirados de nuestro tiempo. No es un espía».
Día en la corte
Además de ser acusado por espionaje, los cargos anunciados por el juez en el pueblo de El Fashir en la provincia de Darfur del Norte incluyen transmitir noticias falsas, informar sobre documentos oficiales y entrar a Sudán sin visa. Los abogados de Salopek presentaron una moción de aplazamiento, la cual se les concedió, y el juicio se reanudará el 10 de septiembre.
Los abogados afirman que los cargos presentados son serios y que necesitan más tiempo para preparar la defensa de Salopek. También sostienen que su cliente no podría haber recibido un juicio justo en Darfur del Norte a consecuencia de los juicios públicos que hizo el gobernador local sobre la culpabilidad de Salopek.
Durante la audiencia del fin de semana, el juez le ordenó tanto al gobernador como a la prensa abstenerse de comunicar tales alegatos. Terry Adamson, vicepresidente ejecutivo de National Geographic Society (NGS), declaró que, fuera de las referencias oficiales a las leyes sudanesas en la audiencia, ni a los abogados de Salopek, ni a los oficiales de SNG, incluso ni al mismo Salopek, se les ha comunicado en qué consisten las bases de las acusaciones por espionaje criminal y de los otros cargos.
Terrenos inseguros
Sudán es la zona de un conflicto aparentemente intratable entre los partidarios a favor del gobierno y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (Sudan People’s Liberation Army, SPLA). El país también es la morada de una fracción del Sahel: la zona subsahariana que Salopek cubría para National Geographic cuando fue consignado.
Cuando le preguntaron si la revista le había ordenado a Salopek entrar en Sudán, Johns contestó, «como persona inmersa en el campo, Paul es altamente responsable y autosuficiente. Él estaba en contacto con nosotros pero, en este campo la noticia se desarrolla, evoluciona y un buen periodista la persigue». Johns y otros empezaron a sospechar que algo andaba mal cuando Salopek no contactó a su editor el 17 de agosto.
«Perderse una cita no es común en Salopek -explicó Johns-. En ese momento actuamos para localizar a Salopek». Johns, quien habló la semana pasada por teléfono con Salopek, comentó que el periodista parecía «resuelto, porque sabe que es inocente». Salopek ha recibido otras visitas, entre ellas, la de una delegación legislativa de Estados Unidos de América.
«Fue muy amable y estaba muy agradecido de que estuviéramos ahí», comentó Christopher Shays, republicano de Connecticut, a Associated Press.
¿Razones para creer?
El juez que supervisa el caso de Salopek ordenó que deportaran a un fotógrafo estadounidense el mes pasado. Y el 14 de agosto el mismo juez sentenció a un escritor y activista esloveno a dos años de prisión bajo los mismos cargos con los que se acusa a Salopek: espionaje y diseminación de información falsa.
No obstante, Johns considera que, con base en la audiencia de 40 minutos del pasado 28 de agosto, la cual señala que fue «muy profesional», aún existen razones para tener esperanzas.
Pero, al parecer NGS no quiere correr ningún riesgo. «Estamos trabajado de cerca con muchos canales oficiales y no oficiales dentro y fuera de Sudán para asegurar la libertad de Paul -declaró Adamson-. Hemos contratado abogados sudaneses altamente calificados e inminentes para que representen a Paul, además trabajamos a la par con el Chicago Tribune.
Queremos a Paul de regreso en Estados Unidos con su esposa, familia y colegas lo más pronto posible. Estamos preocupados por su seguridad y le pedimos al gobierno de Sudán que lo regrese a casa seguro», agregó Johns Los empleados de National Geographic no son los únicos que lo defienden.
«Esto es ridículo y vergonzoso», declararon los periodistas de París del grupo Periodistas Sin Fronteras. «Salopek y sus asistentes son trabajadores del medio que actuaron con estricto apego a las reglas de su profesión. Deberían ser liberados inmediatamente». Joel Campagna, coordinador del programa Mideast del Comité para Proteger Periodistas, con sede en Nueva York, también emitió una apelación para la libertad de Salopek. «Creemos que estos cargos son una amenaza grave en contra de la libertad de prensa e instamos a las autoridades sudanesas a que desechen los cargos y liberen a nuestro colega», expresó en una declaración.
El senador estadounidense Barack Obama, demócrata de Illinois, se encuentra actualmente viajando por África. El 27 de agosto le dijo a la Associated Press que el Departamento de Estado de Estados Unidos de América le aseguró que el caso de Salopek es prioridad. «Cuento con que el gobierno de Estados Unidos tome el caso con una seriedad máxima», añadió Obama.