Un estudio muestra que la cantidad de plutonio liberada por la planta nuclear de fukishima es consecuencia del accidente que ocurrió en marzo de 2011 a raíz del tsunami.
Un estudio publicado el 9 de marzo en el diario especializado Scientific Reports, muestra evidencia de que plutonio radioactivo es esparcido en un radio de decenas de kilómetros desde la planta nuclear Fukushima Daiichi, en Japón. Esto podría provocar que la opinión pública se vuelque sobre una atmosfera de riesgo de salud, pero al parecer no es así.
La publicación señala que pequeñas cantidades de plutonio han sido expandidas fuera de la planta de Fukushima. En unas muestras tomadas al noroeste de la planta, y en la Villa J, en la prefectura de Miyagi, Japón, los autores de la investigación hallaron la presencia de trazos de plutonio en la superficie del suelo. Las muestras, siendo de plutonio-241 y plutonio-239, se concretaron que proviene de la planta, a diferencia de otras muestras que dan a entender que proceden de pruebas de armamento nuclear.
El plutonio es un elemento radioactivo que es sintetizado en el interior de reactores nucleares. A diferencia de otros contaminantes que pudieron provenir de Fukushima, a partir del terremoto de 9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el 11 de Marzo de 2011, y cuyo tsunami provocó daños serios a la planta, el plutonio no es volátil. Pero eso no quiere decir que no tenga algún índice de peligrosidad.
Cuando se libera, el plutonio puede emitir partículas pesadas como electrones o núcleos atómicos de helio. Estos componentes son inocuos fuera del organismo, pero si llegaran a ingerir, pueden causar un severo daño genético.
Y aunque la cantidad recogida no representa una riesgo para la salud, aún siendo 5 veces más alta que la medida que el gobierno estimó se liberó en la crisis de la planta, las medidas resultaron interesantes, ya que la distancia en donde fueron halladas las muestras implica que el plutonio fue liberado durante las explosiones de hidrogeno que se suscitaron en el accidente de 2011.
Otra razón de la importancia de este hallazgo, es que existe una descompensación entre la información que ha dado el gobierno japonés sobre las verdadera cantidad de elementos radioactivos emitidos en el accidente, y lo que parece realmente ocurrir, lo que ha provocado una enorme ambiente de desconfianza de los habitantes sobre la información que deben seguir con respecto a la reacción por su salud.
Una persona promedio habrá recibido 120 milisieverts, milésima parte de un sievert, unidad de radiación equivalente (mSv), de fuentes naturales de radiación, al final de su vida. La cantidad de mSv encontrada en las muestras es de 0.5.
El estudio fue realizado por Jian Zheng, Keiko Tagami, Yoshito Watanabe, Shigeo Uchida, Tatsuo Aono, Nobuyoshi Ishii, Satoshi Yoshida, Yoshihisa Kubota, Shoichi Fuma & Sadao Ihara, todos del Centro de Investigación para la Protección de Radiación, del Instituto Nacional de Ciencias de Radiación en Chiba, Japón.
También puedes leer: