A diferencia de otros canes como el lobo, el coyote ha sabido adaptarse a los asentamientos humanos de Norte América
Investigadores han descubierto que el coyote (canis latrans) es un maestro de la adaptación.
Estudios de los últimos años están revelando el cómo estos parientes del lobo (canis lupus) y el perro (canis lupus familiares) se las han arreglado para tener éxito donde muchas otras criaturas han perecido o sufrido:
Los coyotes han florecido por explotar los cambios que el hombre a hecho al medio ambiente, siendo su oportunismo un rasgo evolutivo de miles de años atrás.
Durante los dos últimos siglos, los coyotes le han arrebatado al lobo parte de su nicho ecológico, tomando como presas a venados y caribús, alimento esencial en el ecosistema del lobo.
Estudios genéticos revelaron que los coyotes del noreste americano, más grandes que sus primos lobos, transportan genes del canis lupus que sus ancestros adoptaron con la mezcla de razas.
Esta herencia lupina le ha dado a los coyotes del noreste la habilidad de desplomar venados adultos, una hazaña pocas veces intentada por los coyotes más pequeños del oeste.
Así, los coyotes se erigen como los expertos del cambio: «Necesitamos dejar de mirar a estos animales como entes estáticos. Están evolucionando» dijo a la revista Nature el especialista en mamíferos, Roland Kays, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.
Este resurgimiento del coyote empezó cuando los asentamientos humanos se establecieron al oeste de Norte América, desplazando a los lobos locales.
Los coyotes prosperan debido a que se reproducen más rápido y poseen una dieta más variada que el lobo.
Por eso el menú alimenticio del canis latrans ha crecido, ergo su rango de actividad: han invadido toda la parte continental de Estados Unidos y México, así como algunas partes del sur canadiense.
Comparado al coyote ancestral, el coyote del noreste, híbrido de lobos, tiene cráneos más grandes, con puntos de aprehensión mas sustanciales en los músculos de su quijada.
Gracias a estos cambios, pueden derribar a presas de tamaño más considerable, que en comparación al lobo, los convierte en animales con sumo sentido de adaptación evolutiva.
Dichos rasgos evolutivos del coyote ayudarían a investigadores entender el cómo predadores de tamaño medio responden cuando carnívoros más grandes son eliminados de un ecosistema.
En la África subsahariana, por ejemplo, la intensa caza de leones y leopardos ha dado lugar a una explosión demográfica de babuinos, quienes están cazando antílopes y primates más pequeños, causando un declive en la población de estos animales.
Fuente: Nature