Estructuras diseñadas para modificar colores en mariposas: una investigación de la luz y sus propiedades
Durante años, los científicos han sabido que los pigmentos no son el único medio por el cual las mariposas adquieren sus colores brillantes. La luz también puede rebotar en las estructuras y reflejar tonalidades mediante dispersión o interferencia, como sucede con el azul del cielo o la iridiscencia de una pompa de jabón.
Ahora un grupo de la Universidad de Yale identificó una de esas estructuras en cinco especies de mariposas como giroide, forma compleja tridimensional y una manera eficiente de la naturaleza para plegar el espacio.
En las mariposas estudiadas, porvenientes de las familias Papilonidae y Lycaenidae, los giroides microscópicos están hechos de quitina -el mismo material hallado en exoesqueletos de insectos- y bolsas de aire entretejidas en un patrón repetitivo que semeja una red de bumeranes de tres aspas.
El color verde que resulta de la interacción de luz dispersada sirve como advertencia para los depredadores, dice el científico en jefe Richard Prum. Los giroides tienen propiedades ópticas superiores y la capacidad de sintetizar formas similares podría contribuir al desarrollo de celdas solares y aislantes para cables de fibra óptica.
Aunque la mayoría de colores de las mariposas son pigmentados -creados cuando las moléculas absorben y reenvían luz de ciertas longitudes de onda-, existe variedad de colores estructurales. Hasta ahora, el verde es el único color de giroide conocido, dice Prum, «pero estoy seguro que hay más».