Diseñados para parecerse a los billetes circulantes, los de cero rupias son más grandes y están impresos en papel más grueso.
Esto dificulta doblarlos, una forma común de pasar el soborno. En India, donde la corrupción le cuesta millones de dólares al año a los sectores público y privado, es común que los sobornos cotidianos se soliciten en clave: «Ayúdame», o cuando se piden dos billetes: «Haz que Gandhi sonría dos veces».
Las exigencias ilegales de dinero por parte de policías y burócratas están «profundamente enraizadas en la cultura y se las considera normales», según Vijay Anand, líder en la lucha contra la corrupción. Pero 5th Pillar, el grupo ciudadano de Anand, intenta crear una norma nueva al imprimir y repartir billetes sin valor (arriba). Desde 2007, 5th Pillar ha distribuido 1.3 millones de billetes de cero rupias.
La gente los da en cortés protesta contra los oficiales que tratan de exprimir un poco más de ingresos por servicios de rutina como expedir licencias de conducir o conceder préstamos. El efecto ha sido avergonzar o asustar a algunos servidores públicos, que pueden ir a prisión si son descubiertos, y llevarlos a un comportamiento honesto.
El billete de cero rupias, dice el investigador anticorrupción Fumiko Nagano, anima a la gente a hacer válidos sus derechos porque están respaldados por 5th Pillar, «se dan cuenta de que no están solos». India tampoco lo está. Los billetes de denominación cero también se están difundiendo para ayudar a la lucha contra la corrupción en México y Nepal, un reconocimiento a la resistencia no violenta que seguramente haría sonreír a Gandhi.