Rápido: ¿qué es más veloz que una bala y no se llama Superman? La respuesta es, o lo será pronto, Bloodhound SuperSonic Car.
Rápido: ¿qué es más veloz que una bala y no se llama Superman? La respuesta es, o lo será pronto, Bloodhound SuperSonic Car. En construcción en Inglaterra, el vehículo impulsado por turbina y cohete es diseñado para acelerar y acelerar hasta alcanzar 1,690 kilómetros por hora.
Si tiene éxito, aplastará la marca de velocidad terrestre de 1,228 kilómetros por hora, establecida en 1997 por Andy Green en el Thrust SSC, impulsado por turbina. Green, piloto de Royal Air Force, quien conducirá el Bloodhound, dice que el vehículo de 15 millones de dólares -fundamentalmente financiado por empresas y universidades- no es sólo para diversión.
Es un señuelo para estudiantes. «Si queremos un mundo bajo en carbón -dice-, debemos tener más ingenieros». El gobierno británico concuerda. Ha asignado un millón de dólares para que institutos de investigación estudien sistemas avanzados para romper la barrera del sonido.
Mientras tanto, el equipo Bloodhound busca un sitio adecuado en el desierto para realizar, en 2011, una carrera de prueba de este automóvil con forma de lápiz y tamaño de camión. Green dice que estará listo: «Necesito mantener el lado brillante del coche hacia arriba y la parte puntiaguda hacia el frente. De lo contrario, a nadie le importará lo que hagamos».