Un patógeno proveniente de los gatos es responsable de la muerte de delfines y demás mamíferos marinos
Lamentablemente, la gran mayoría de las aguas residuales terminan en los océanos. Arrastran miles de deshechos, incluyendo bacterias de animales y humanos. Un patógeno proveniente de los gatos es responsable de la muerte de delfines y demás mamíferos marinos. Tomando en cuenta que existen alrededor de 2 billones de gatos en el mundo (aunque saberlo con exactitud es casi imposible, pues la mayoría no tienen dueño), es preocupante la magnitud del problema.
Un nuevo término ha surgido para describir a estos parásitos terrestres que terminan en los mares: polutógenos (polución por patógenos). El que más ha llamado la atención es el Taxoplasa gondii, agente que viaja en las heces de los gatos hasta llegar a los drenajes donde desemboca en las aguas marinas.
Se trata de un parásito increíblemente resistente y común en los gatos, quienes a su vez lo contraen de ratones, insectos y pájaros infectados. Es tan contagioso que Michael Grigg, del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos lo llama «el protozoario más exitoso del planeta». La mayoría de los gatos lo contraen por lo menos una vez en su vida y difícilmente muestran síntomas. Si bien es bastante inofensivo para felinos y humanos, para la fauna marina es una amenaza letal.
Al llegar a los océanos, las anchoas se alimentan del parásito y lo almacenan en el intestino. Estos pequeños peces constituyen una importante fuente de alimento para delfines, ballenas y varias marsopas. Conforme avanza en la cadena alimenticia, el patógeno infecta a los animales.
Polutógenos como éste son una tendencia a la alza. Bacterias resistentes a medicamentos se han encontrado en tiburones y focas, volviendo la tarea de eliminarlos aun más difícil. Algunos científicos como la veterinaria Melissa A. Miller, de la Universidad de California, temen que estos parásitos incubados por animales marinos puedan mutar y reinfectar a humanos.
Algunas acciones preventivas que deben ser tomadas para evitar la propagación de patógenos, son el tratamiento correcto de aguas residuales y la protección de áreas que filtran naturalmente el agua. También es importante que se deseche responsablemente de las heces de las mascotas y que se mantengan dentro de casa.