El artista costarricense Juan Carlos Chavarría propone transformar las cosas negativas.
Aunque parezca contradictorio, un artista costarricense se ha dado a la tarea de convertir armas e instrumentos de muerte en obras de arte para promover la paz y detener la violencia y la ola de crímenes en Costa Rica.
El proyecto, que arrancó en octubre del 2013, concluyó en febrero con el diseño de 21 pinturas, 15 de ellas óleos, cuya materia prima principal son pedazos de armas destruidas por la dirección de armamento del Ministerio de Seguridad Pública del país centroamericano.
La iniciativa se denomina «Transformación en tiempos violentos» y su autor intelectual y material es el artista costarricense Juan Carlos Chavarría, quien pretende que estos instrumentos de la muerte provoquen un cambio en la sociedad a través del arte.
La iniciativa «es única, pues es la primera vez que se usan trozos de armas para realizar obras pictóricas», dijo a dpa Chavarría, mientras retocaba una de las pinturas. Su primera obra ya fue expuesta en 2012 en la Bienal de arte de Cuzco, en Perú.
El artista se dio a la tarea de emprender la original iniciativa por el desvelo que le causa la proliferación de armas, especialmente livianas, en una sociedad pacífica como la costarricense, según explicó.
Su proyecto cobró un mayor impulso después de que hace unos tres años un joven estudiante de secundaria matara de un disparo con la pistola de su padre a la directora del colegio en donde estudiaba, tras tener una discrepancia con la educadora.
«Cosas como estas no pueden seguir ocurriendo en Costa Rica», un país donde el Ejército fue abolido hace 60 años pero a cada momento se producen homicidios con armas de fuego, comentó Chavarría.
El artista pretende que en los próximos meses la muestra sea exhibida en museos y en las principales municipalidades, en edificios que en el pasado fueron cuarteles militares. El Museo Nacional de San José es uno de ellos y alojó varias décadas atrás al principal bastión de lo que fue el Ejército costarricense.
Además, Chavarría espera que a corto plazo la muestra se inscriba en un itinerario que recorra muchos países. «Buscaré artistas con ideas similares para integrarlos en este proyecto de transformación de cosas negativas, como las armas, en positivas, como la paz», declaró.
Obras de Juan Carlos Chavarría, retratadas por el mismo artista.
Según el artista, el comercio ilegal de armas es un flagelo mundial y una lacra para la humanidad. Sólo en Costa Rica unas 21,000 armas están pendientes de ser destruidas. «A veces es más fácil conseguir en el mercado negro una pistola que una banana», dijo el creador del juego de pinturas.
Algunos cuadros están diseñados con pedazos de fusil AK-47, armas caseras y retazos de otros «instrumentos de muerte». El artista usó varios temas cargados de simbolismo en sus pinturas, en las que lanza mensajes de solidaridad, lealtad, armonía, paz y tolerancia. «Viva la paz, viva el arte», dijo Chavarría el día que dio la última pincelada.