Cuando vivía en Siria, su tierra natal, Sousan soñaba con un futuro en la música.
Cuando vivía en Siria, su tierra natal, Sousan Eskandar soñaba con un futuro como música, pero la guerra civil y su huida a Alemania desbarataron los planes de esta joven violinista. No obstante, con dedicación y perseverancia ha encontrado el camino de vuelta a la vida: es profesora de niños inmigrantes y ofrece conciertos de música europea y oriental. En verano se marcha de gira con otros músicos sirios y Damon Albarn, el cantante del grupo británico Blur. "La música es un idioma universal que todo el mundo comprende", dice.
Eskandar estudió violín en Damasco y llegó a tocar en la Orquesta Nacional Siria para la música árabe. Entonces estalló la guerra civil y muchos músicos huyeron. Su familia también quería abandonar Siria. "Mis padres se fueron a Suecia donde mi padre tenía un puesto de profesor. Pero como yo ya era mayor de edad, no conseguí el visado para este país", cuenta Eskandar, que ahora tiene 30 años y es hija del compositor sirio Nouri Eskandar. Cuando a finales de 2012 recibió una invitación para participar en un festival de música en la localidad alemana de Osnabrück, tomó la decisión de no regresar a su patria y de quedarse a vivir en Alemania.
Fotografías: Niños que sólo conocen la guerra
Desde la ventana de su pequeño apartamento en Lübeck, donde reside desde 2013, eleva la vista sobre los tejados del casco antiguo hasta la iglesia de Santa Catalina con las estatuas de Barlach en su fachada. "Lübeck es una ciudad preciosa y el Conservatorio Superior de Música tiene muy buena fama", afirma Eskandar, a la que en un futuro le gustaría continuar allí sus estudios y realizar un máster.
Hasta que llegue ese momento, la joven se sumerge en el trabajo. Cuando llegó a Lübeck, en el norte de Alemania, se apuntó a dos cursos en una escuela de idiomas de la ciudad y estudiaba hasta siete horas al día vocabulario y gramática. "Aprender alemán es bastante complicado, pero nada es imposible si de verdad se quiere conseguir algo", afirma. Entretanto, es profesora de música en el marco de un proyecto para niños con un pasado migratorio. También organiza clases de música para refugiados. "La música es un medio maravilloso para la comunicación y la integración. Y de esto se deben beneficiar el mayor número posible de niños."
La gira de este verano llevará a Eskandar a Dinamarca y Reino Unido, entre otros países. Será entonces cuando los miembros de la Orquesta Nacional Siria, muchos de cuyos integrantes viven actualmente en el extranjero, vuelvan a actuar juntos por primera vez en cinco años. El 25 de junio está planeado un concierto en Londres para conmemorar la Primera Guerra Mundial y el día 29 del mismo mes, Albarn y los músicos sirios inaugurarán el Roskilde Festival, uno de los mayores festivales de música de Europa.
Eskandar está muy ilusionada con el reencuentro con sus compañeros y con las actuaciones con el músico británico. "Entonces podremos mostrar que en Siria no solo hay guerra y terror sino también cultura", dice. Para el futuro desea que las personas puedan vivir en paz en cualquier lugar del mundo y que nadie tenga que volver a huir. "Para mí misma espero poder seguir trabajando. No hacer nada me mataría."