A pesar de que los arcos torii son estructuras sencillas, acarrean una carga simbólica profunda y meditativa para la tradición sintoísta en el país.
Un arco es un umbral. En Japón, para la tradición sintoísta, los arcos torii son puertas que dan paso a otro estado de consciencia. Marcan un cambio en el estado espiritual de las personas que los atraviesan, ya que representan la frontera entre lo profano y lo sagrado. Ésta es la razón que se construyan a los pies de los templos japoneses.
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¿Qué simbolizan los arcos torii?
Las estructuras de los arcos torii son fácilmente reconocibles a distancia. Constan de dos columnas que cargan dos travesaños paralelos, con inscripciones sacras para la tradición sintoísta en Japón. Además, todos tienen coloraciones que van desde el rojo carmín hasta el bermellón.
Tradicionalmente, estos umbrales divinos estaban construidos de madera o piedra. Sin embargo, los más contemporáneos pueden ser de acero u otros metales. Como parte fundamental de la religión sintoísta, generalmente se erigen para honrar a los espíritus de la naturaleza.
De hecho, los templos dedicados a la diosa Inari poseen arcos torii enfilados uno detrás del otro, simbolizando el «camino de los dioses» que fundamenta a esta creencia oriental. A pesar de que ésta es su deidad más poderosa, la mayor parte de los templos japoneses cuentan con estas estructuras sagradas.
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El lugar donde se posan los pájaros
El origen de la palabra torii es desconocido. Sin embargo, está constituida por dos kanji’s reconocibles. Primero, tori (鳥), que se traduce como «pájaro». Después, por i (居), que quiere decir «lugar». En conjunto, quiere decir «lugar donde se posan los pájaros«.
Esa composición no es casual. Por el contrario, acarrea una carga simbólica profunda para la tradición sintoísta. Quienes siguen esta fe tienen la certeza de que los pájaros son los mensajeros de los kami: entidades suprahumanas que personifican a deidades poderosas de la naturaleza.
Por esta razón, los umbrales sagrados de Japón están diseñados para que los pájaros puedan pararse a descansar. Siguiendo la superstición, si un ave se posa en un arco torii mientras una persona pasa, trae consigo un mensaje específico que comunicarle, que sólo podrá descifrar si presta atención en el entorno.
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