El software que prácticamente se convirtió en sinónimo de la edición digital de imágenes cumple 25 años.
La edición digital de fotos ha cambiado la manera de ver el mundo. La facilidad con la que se pueden modificar detalles e imágenes completas ya forma parte de la vida cotidiana.
A las modelos en las portadas de la revista se les puede dar una tez más luminosa y líneas más delgadas. Empresas del mueble construyen para sus catálogos interiores completos en la computadora. Las agencias de publicidad pueden hacer realidad las fantasías más alocadas.
Pero también hay un lado oscuro: todas las fotos de conflictos, accidentes y catástrofes en Internet pueden haber sido manipuladas. Durante el último concurso anual de fotografía de prensa World Press Photo, la quinta parte de las fotos enviadas fue descartada por haber sido retocadas excesivamente, tres veces más que el año pasado. Ahora, el software que prácticamente se convirtió en sinónimo de la edición digital de imágenes cumple 25 años. Su influencia es enorme. Solo un ejemplo: cuando se detectan manipulaciones de imágenes evidentemente fracasadas, se habla inmediatamente de "Photoshop fails".
Photoshop no fue el primer progama para la edición digital de fotos pero sí se convirtió rápidamente en el más exitoso. Aunque el nombre ya está firmemente asociado a la compañía de software Adobe, la historia de Photoshop como proyecto familiar comenzó muy lejos de Silicon Valley.
En el año 1987, el doctorando Thomas Knoll desarrolló en la Universidad de Michigan un software para visualizar tonos grises en un monitor blanco y negro. El pequeño programa llamado Display podría haber no pasado de ser un ejercicio de bricolaje si el hermano de Thomas, John Knoll, no hubiese trabajado en el estudio de efectos especiales Industrial Light & Magic de George Lucas, el creador de "Star Wars". John vio en Display el punto de partida para el desarrollo de funciones más complejas para la edición de imágenes. Los hermanos agregaron el soporte de diversos formatos de imagen y filtros. Ellos hicieron posible que se puedan cambiar partes individuales de la imagen, así como características como la saturación de color. Cuando finalmente tenían la sensación de haber desarrollado un programa comercialmente viable, Thomas y John Knoll fueron a buscar un socio en la industria de la tecnología de la información.
Eso no fue nada fácil. Empresas hoy olvidadas como SuperMac o Aldus no mostraron ningún interés. El primer éxito llegó cuando el proveedor de escáners Barneyscan entregó 200 copias del programa junto con sus aparatos. Finalmente, el avance decisivo se produjo cuando los hermanos Knoll se reunieron con directivos de Adobe.
Aunque la empresa de software tenía en la mira otro programa para la edición de imágenes, rápidamente llegó a la conclusión de que Photoshop era mejor. Después de que se llegara a un primer acuerdo en septiembre de 1988, no fue hasta la primavera del año siguiente cuando el trato se formalizó. Después pasó otra vez bastante tiempo hasta que la versión 1.0 llegó a las tiendas, el 19 de febrero de 1990. Fue el comienzo de una marcha triunfal que se vio acelerada por el avance de la fotografía digital. Sin embargo, hace más de tres años, Adobe puso en marcha un cambio radical de su modelo de negocio: Adobe cambió la comercialización de software como Photoshop a un modelo de suscripción. Antes era necesario comprar los programas por varios cientos de dólares, aunque a cambio se podían usar durante mucho tiempo. Debido a los elevados precios, no pocos consumidores recurrían a copias ilegales de la red. Ahora hay que pagar cuotas mensuales.
Para Adobe, el cambio fue doloroso y trajo consigo caídas de la facturación y los beneficios. Actualmente, sin embargo, las cifras de negocio se están recuperando. Con la nueva base es posible ofrecer un entorno en computadoras y dispositivos móviles, recalca la vicepresidenta de Adobe, Mala Sharma. Las versiones para el smartphone tienen que enfrentarse a un sinnúmero de apps nuevas, por lo que son gratis. Cuando pactaron su primer acuerdo con Adobe, los hermanos Knoll tenían la perspicacia comercial de mantener el control inicialmente y de conceder solo una licencia a la empresa de software. Como consecuencia, Adobe tuvo que pagarles más tarde a los hermanos Knoll bastante más dinero cuando decidió comprarles el software ya exitoso.
Thomas Knoll sigue viviendo en Michigan. No llegó a terminar su tesis doctoral. John Knoll hizo carrera en Hollywood como maestro de los efectos especiales en películas como la saga "Star Wars" y el superéxito de taquilla "Avatar". Ganó un Oscar con su trabajo para la segunda parte de la saga "Piratas del Caribe".