Algunas partes de la zona arqueológica en Guayabo registran erosión, mientras otras fueron cubiertas por lodo.
Un fuerte temporal que en los últimos días pasó por el Caribe de Costa Rica causó graves daños al Monumento Nacional Guayabo, el principal vestigio arqueológico precolombino del país y que desde 2009 está considerado Patrimonio Mundial de la Ingeniería.
Los daños provocados por los torrenciales aguaceros en Guayabo (Turrialba, a unos 80 kilómetros al este de San José) obligaron al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) a declarar un cierre temporal del importante vestigio arqueológico, que cada año es visitado por unas 26,000 personas, entre nacionales y extranjeros.
Según el diario local "La Nación", el fenómeno climático que afectó la región caribeña provocó "estragos" en Guayabo, declarado Monumento Nacional por la Asamblea Legislativa costarricense el 13 de agosto de 1973. La existencia de los daños fue confirmada por un portavoz del estatal Museo Nacional.
El parque, que en su totalidad tiene una extensión de 217.9 hectáreas, de las cuales unas 20 corresponden al sitio arqueológico, alojó entre el año 1,000 a.C. y el 1,400 d.C. una ciudad que, según los expertos, pudo albergar a entre 2,000 y 10,000 habitantes.
No hay indicios que permitan establecer con certeza las razones por las cuales los habitantes de la aldea precolombina la abandonaron, un siglo antes de que los conquistadores españoles llegaran a tierras costarricenses.
Guayabo es la principal reliquia arqueológica de Costa Rica, pues entraña obras de ingeniería de alto nivel para la época en que fue construida, con acueductos abiertos y cerrados, montículos, un sistema de calzadas de piedra para el tránsito de personas, tanques de almacenamiento de agua, escalinatas. En el área perduran petroglifos y esculturas.
La cobertura boscosa del lugar lo convierte en un viaje impactante, pues allí habitan tucanes, ardillas, armadillos, ranas, serpientes, lagartijas y mariposas, entre otras especies. El sitio es visitado no sólo por turistas, sino por excursiones de estudiantes con fines educativos y es centro de experimentación de expertos en arqueología.
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El monumento ya padecía afectaciones por el paso del tiempo, la presencia humana y otros factores. Así, en marzo, una comisión especial del Estado presentó un plan de conservación y restauración del lugar, para evitar que siguiera deteriorándose. El miércoles pasado, tras un cierre temporal debido a las fuertes lluvias, las autoridades anunciaron que el sitio arqueológico volverá a abrir sus puertas durante la semana.
La inclemencia de las lluvias provocó erosión en los materiales que unen las piedras de las calzadas, lo mismo que en senderos, algunos de los cuales quedaron cubiertos de capas de lodo, basura y lagunas. Y estos son sitios predilectos por los visitantes a Guayabo, a donde serán enviados arqueólogos y expertos del Museo Nacional en los próximos días.