Los países del Golfo son criticados por no apoyar a los sirios, mientras también son acusados de haber alentado la guerra.
Los jeques del Golfo son hombres con dos caras, al menos en las caricaturas de Carlos Latuff. Una de ellas hace un guiño a un combatiente radical en Siria, levantando hacia arriba el pulgar, mientras la otra mira furiosa hacia una barca con refugiados sirios alzando el índice amenazador. Un gesto que viene a decir: "No les queremos con nosotros".
La mordaz caricatura publicada en la página web "Middle East Eye" lleva por título "Doble rasero" y critica la actitud de los países del Golfo frente a Siria. Y es que desde que cientos de miles de refugiados tomaron rumbo a Europa, los países de la península arábiga no sólo escuchan duras críticas de Occidente. A estos Estados ricos se les reprocha que acojan a tan pocos de los muchos que necesitan protección frente a la violencia y la guerra.
Luay Al Khatteeb, del centro de estudios Brookings, tuiteó una gráfica con las cifras de los refugiados sirios en los países de la región. Y en el caso de Arabia Saudí, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos aparecía siempre el mismo número: 0.
El "New York Times" comparó la cifra de refugiados con la fuerza económica de los países árabes. Según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Jordania, con una renta per cápita de 11,000 dólares anuales, acogió a casi 630,000 sirios. Frente a ella, el emirato de Qatar, cuenta con una renta per cápita de 143,000 dólares y Arabia Saudí, de 52,000 dólares.
Los críticos acusan también a los países del Golfo de apoyar a los grupos insurgentes en Siria y de haber alentado así la guerra. "Algunos países pudientes han hecho poco o nada por los refugiados de una guerra en la que ellos son todo menos observadores pasivos", apuntaba con amargura un analista en el diario libanés "The Daily Star".
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En tanto, los países del Golfo se defienden de las acusaciones. El Ministerio saudí del Exterior difundió a través de la agencia estatal de noticias SPA que el reino ha "acogido" a unos 2.5 millones de sirios en los cuatro años de guerra civil. Debido a las "informaciones que llevan a la confusión", Arabia Saudí se ha visto obligada a informar de su compromiso, alega.
Los defensores de los derechos humanos no se dan por satisfechos con esas informaciones y señalan que los países del Golfo siguen hasta la fecha sin firmar la Convención de Ginebra sobre los refugiados, que data de 1951. "Allí no existen leyes ni procesos en los que se reconozca a una persona como refugiado", señala Nadim Houry, de la organización Human Rights Watch. "Un sirio recibe el mismo trato que una persona de cualquier otra nacionalidad".
Así, los sirios cuentan que para la mayoría de los países del Golfo sólo reciben un visado si pueden demostrar que tienen una invitación o un puesto de trabajo. Para la gente que no dispone de medios o de la documentación solicitada es prácticamente imposible huir a la península. En Arabia Saudí, además, no está claro cuántos de los 2.5 millones que viajaron siguen en el país árabe.
Por otro lado, hay datos contradictorios. Según informa el canal de noticias Al Arabiya, financiado con dinero saudí, desde el principio de la crisis siria cerca de medio millón de sirios se marchó a Arabia Saudí, mientras que 300,000 obtuvieron un permiso temporal de residencia.
El experto en temas del Golfo Michael Stephens, el Royal United Services Institute (Rusi) británico, explica la política de refugiados sirios de los países del Golfo por el propio miedo a la inestabilidad. Además, las casas gobernantes temen que una gran afluencia de sirios pueda modificar la composición de la población. Tanto en Qatar como en los emiratos la población autóctona supone poco más del diez por ciento del total.
Para Stephens, las acusaciones de que los países del Golfo no ayudan a los refugiados sirios son, en términos generales, injustas. Han donado más de 900 millones de euros (1,000 millones de dólares) a través de organizaciones humanitarias y donaciones privadas para las personas que sufren la guerra civil. Los gobiernos de la región recuerdan además que aportan millones. Kuwait es uno de los principales donantes de la ayuda para Siria de ACNUR.
Abdulkhalek Abdulá, profesor de Ciencias Políticas en Dubai, estima que los países del Golfo han puesto a disposición 4,000 millones de dólares para instalar los campos de refugiados en los países que rodean Siria. "Los países del Golfo son los que más han hecho por los refugiados", dijo. "Creen que es mejor que las personas estén cerca de su país", agregó.
A pesar de todo, Abdulá desearía que el compromiso fuese mayor, pero no sólo de los países del Golfo: "Señalar a determinados Estados no tiene sentido. Todos tenemos que hacer más", aseguró.