Restauraciones recientes en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén revelaron las fundaciones inestables del sitio más sagrado del mundo.
El equipo de científicos de la Universidad Técnica Nacional de Atenas encargado de la reciente restauración de lo que tradicionalmente se conoce como la Tumba de Jesucristo en Jerusalén, reveló que el sitio se encuentra en verdadero riesgo de colapsar si no se hace nada para apuntalar sus bases inestables.
?Si llega a suceder, no será un proceso lento, sino catastrófico?, aseguró Antonia Moropoulou, profesora de la Universidad Técnica Nacional de Atenas y supervisora científica principal de la investigación.
El Edículo (derivado del latín aedicule o ?casa pequeña?), es la estructura dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro que guarda el cuerpo de Jesucristo, que fue tendido sobre una losa o ?lecho mortuorio? tallado en un costado de una cueva de piedra caliza, y que ha sido venerado desde el siglo IV a.C.
Lo que reveló la restauración
Los trabajos de restauración del Edículo revelaron que la rotonda y gran parte del lugar sagrado que data ya del siglo XIX, fue construida sobre una base inestable compuesta de los restos de estructuras anteriores que aloja extensos túneles y canales.
La restauración del Edículo, que duró cerca de un año, fue celebrada el pasado 22 de marzo en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén con una ceremonia; sin embargo, los investigadores y los líderes religiosos de las denominaciones cristianas que custodian este sitio sagrado, discuten los riesgos significativos que este trabajo ha revelado.
Los trabajos de reconocimiento realizados durante el trabajo de restauración, revelaron que el mortero de los fundamentos de la construcción se ha ido desmoronando debido a décadas de exposición a la humedad de la red de drenaje que se encuentra a varios metros debajo de la rotonda, también se encontraron túneles y huecos directamente debajo y alrededor del Edículo.
Un foso de más de dos metros de profundidad, excavado al sur del santuario por arqueólogos en la década de 1960, se asienta debajo de una losa de hormigón sin soporte, en la zona donde los visitantes se forman para entrar a la tumba; además de esto, los pilares de cerca de 22 toneladas que sostienen la cúpula de la iglesia descansan sobre un metro de escombros no consolidados.
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La restauración ?milagrosa? de El Edículo
La integridad estructural del Edículo ha sido una preocupación mayor por casi un siglo y su restauración era obstaculizada por los desacuerdos de las denominaciones cristianas que custodian la Iglesia del Santo Sepulcro y la falta de financiamiento.
Después de que las autoridades israelíes cerraron brevemente el acceso al Edículo en 2015 por cuestiones de seguridad, los tres grupos principales que tienen el control primario del sitio?la Iglesia Griega Ortodoxa, la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Armenia Ortodoxa– firmaron un acuerdo en marzo de 2016 para restaurar el santuario y la tumba de Cristo.
El equipo de investigación reforzó las paredes del Edículo con barras de titanio, sellaron fisuras en capas de mampostería que se remontan a más de mil años; instalaron un sistema de ventilación para aligerar el daño causado por el hollín de miles de velas, y las vigas antiestéticas erigidas en el exterior por las autoridades británicas en 1947, fueron cortadas con una sierra de plasma.
En total, la restauración del Edículo tuvo un costo de casi 3.5 millones de euros.
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El reparo de los daños
La Universidad Técnica Nacional de Atenas ha propuesto un proyecto para evitar que el sitio más sagrado de la cristiandad sufra un colapso estructural que consta de seis meses de trabajo y para el que se requieren seis millones de euros.
En este otro trabajo de restauración se removerá el pavimento fracturado alrededor del Edículo, el relleno de escombro y el mortero deteriorado y excavarán cerca de 3 mil metros cuadrados para instalar nuevas tuberías de aguas residuales y drenaje pluvial alrededor del perímetro de la rotonda. Todo este trabajo de restauración se realizará de tal manera que se interrumpan muy poco las visitas a la tumba de Jesucristo, que llegan a alcanzar los cuatro millones cada año.
Las tres denominaciones cristianas que custodian la Iglesia del Santo Sepulcro deberán llegar a un acuerdo antes de que cualquier trabajo de restauración adicional comience.
Mientras esta decisión llega, el equipo de la Universidad Técnica Nacional de Atenas procesa toda la información obtenida durante la investigación y la restauración del Santo Sepulcro y el Edículo, para hacerla pública en una plataforma digital y que otros investigadores tengan acceso.
?Este trabajo es de todos, no nos pertenece a nosotros, sino a la humanidad?, declaró, Antonia Moropoulou, supervisora principal de la investigación.
En octubre de 2016, investigadores abrieron la tumba de Jesucristo después de siglos y un fotógrafo de National Geographic capturó el suceso en imágenes:
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Con información de National Geographic