Destruida por la mancha urbana, una pirámide mexica construida en un antiguo sector palaciego fue encontrada debajo de la tierra en el Estado de México.
Así como la naturaleza en el Estado de México recubrió alguna vez los vestigios de los antiguos pueblos mesoamericanos, el avance urbano está rodeando ruinas de imperios pasados. En el municipio de Tlalmanalco, un equipo de arqueólogos mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrió el basamento de una pirámide mexica nunca antes observada. Podría ser, según aseguran, parte del centro urbano de la capital de Tlacochcalco.
Una pirámide mexica «destruida por la mancha urbana»
Tlalmanalco se traduce del náhuatl como «tierra aplanada«. Antiguamente, según señalan los restos arqueológicos encontrados, éste fue el altépetl de Tlacochcalco: el señorío principal de la liga de todos los pueblos charcas. Posiblemente, según los expertos involucrados, se construyó durante el periodo de poderío militar mexica.
Según el comunicado de prensa del INAH, los vestigios encontrados pertenecen al totehuacan, que corresponde al barrio central de la ciudad antigua. Hervé Víctor Monterrosa Desruelles, arqueólogo de la representación estatal del INAH, asegura que la pirámide mexica fue resultado de la ocupación imperial:
“[…] pero desgraciadamente se han levantado casas sobre ellas, aunque en este caso, el dueño del predio donde se localizaron los vestigios, al querer construir recurrió al Instituto, con el fin de examinar un montículo detectado en su terreno, el cual al analizarlo reveló la estructura».
A partir de las excavaciones, Monterrosa detalla que los elementos del basamento encontrados son únicamente un tercio del volumen total de la construcción original. El resto, sin embargo, «fue destruido por la mancha urbana«. A pesar de ello, se detectó una pirámide mexica de tres niveles, cuyas medidas en la base eran de 12 x 18 x 9 metros.
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Estructuras deterioradas de una área palaciega antigua
Los expertos afirmaron que la estructura de la pirámide mexica encontrada está deteriorada. Sin embargo, según destacó el arqueólogo y arquitecto Ricardo Arredondo Rojas, por parte del Centro INAH Estado de México, el primer cuerpo contiene todavía cuartarías con pisos de estuco.
Esto les permitió determinar la altura total de los muros. Según la dotación de los vestigios, es posible que se hayan ocupado del 1350 al 1465 d.C., durante el momento hegemónico del Chalco. En un segundo momento, se utilizó durante la ocupación del imperio a partir de 1465, hasta el momento de encuentro con los españoles.
A partir de la evidencia recolectada, los expertos determinaron que se trató de un espacio habitacional destinado a las élites. Posiblemente, en su momento correspondió a un área palaciega. Sin embargo, las excavaciones no han terminado aún: por el contrario, los análisis seguirán hasta septiembre.
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