Basta con cualquier cámara, por principio. Aprovecha los días de nubes.
Caras blancas, ojos rojos, un fondo molesto o una sonrisa forzada: hacer retratos fotográficos no es sencillo. Para conseguir imágenes técnicamente correctas pero a la vez auténticas, hay que tener en cuenta algunos consejos básicos:
– Cámara: Es posible sacar buenas fotos sin necesidad de un equipo muy caro. "En principio vale cualquier cámara", señala Victoria Bonn-Meuser, profesora de fotografía en Berlín. Elegir la opción manual para la luz y la graduación del flash ofrece más opciones. Lo que no es muy adecuado es usar teléfonos inteligentes, debido a su escasa distancia focal y su pequeño sensor. "En ese caso toda la foto sale nítida", y para los retratos lo ideal es que el fondo esté algo difuminado, explica Eckhardt Schön, presidente estatal de la Asociación de Fotografía de Turingia.
– Objetivo: Para quien cuente con una cámara con objetivos intercambiables, lo ideal es tomar un lente fijo (es decir de una longitud focal fija, a diferencia del zoom), recomienda Bonn-Meuser. Al tener un diafragma más ancho, tiene menor profundidad de campo, lo que hace destacar al retratado. Las fotografías más naturales se consiguen con objetivos normales a partir de 50 mm, ya que no distorsionan. Los gran angular en cambio son muy problemáticos porque el fotógrafo se tiene que acercar demasiado a su objeto.
– Fondo: Básicamente, los fondos neutrales y de un solo color son buenos, porque no distraen de la contemplación del rostro. Pero si se quiere incluir un paisaje determinado o algo que haya que mostrar respecto del retratado, el fotógrafo tiene que prestar atención a que no haya elementos que molesten. "Lo peor es ese florero del fondo que hace que nos centremos en él", comenta Constanze Clauß, de la Asociación de la Industria Fotográfica alemana. También se ven mal los postes de la luz y los carteles, sobre todo cuando salen de la cabeza del sujeto retratado.
– Luz: Si la foto se hace al aire libre, Bonn-Meuser recomienda un día nublado, porque las nubes reparten la luz de manera uniforme. El sol de mediodía está prohibido, porque "causa sombras en el rostro", señala Eckhardt Schön. Si en el interior no se cuenta con una luz de estudio, se puede aprovechar una ventana. "La ventaja de ello es que la luz entra de forma horizontal", explica Bonn-Meuser. Si no se cuenta con un reflector, se puede utilizar un cartón o una plancha de poliestureno blanco para reflejar la luz sobre el rostro. Para unos ojos expresivos, la clave es una iluminación sostenida. De ese modo, las pupilas se hacen más pequeñas y se ve más el iris, señala Clauß.
– Perspectiva: ¿Desde arriba, abajo, frontal o de perfil? "La regla es situarse a la altura de los ojos", recomienda Schön. Quien fotografía levemente desde arriba obtiene efectos especiales y desde abajo el modelo se vuelve dominante, mientras que si se hace la foto desde muy arriba, la perspectiva es de vuelo de pájaro. También es fundamental la dirección a la que mira el sujeto. "De izquierda a derecha es una mirada más simpática porque va acorde a nuestra forma de leer", indica Bonn-Meuser.
– Configuración: Como el fondo tiene que aparecer difuminado, el diafragma tiene que estar abierto, por ejemplo entre 1.8 y 3.5. Con las aperturas pequeñas es fácil que el rostro salga movido. Es importante centrarse siempre en los ojos, opina Clauß, que tienen que estar siempre nítidos. Un tiempo de exposición muy corto y valores ISO bajos (por ejemplo hasta 200), evitan que la imagen salga movida o con ruido. También es importante tener correcto el balance de blancos, pero en caso necesario es posible corregirlo a posterori, indica Schön.
– Vestimenta y maquillaje: Para que la persona retratada esté cómoda, es importante usar la ropa adecuada. "Se pueden llevar tres o cuatro conjuntos y elegir el que más le guste en ese momento", propone Clauß. Tampoco viene mal un poco de maquillaje, sobre todo para que la piel no brille. Es mejor quitarse las gafas para que no generen reflejos.
– La atmósfera: "Un buen retrato tiene que resultar agradable", señala Clauß, por lo que es importante entrar en contacto con el retratado e incluirlo en el proceso, mostrándole de vez en cuando las fotos y explicándole lo que se está haciendo. Un buen consejo es elogiar a la persona, para que ésta sonría, señala Bonn-Meuser. O preguntarle por su hobby, algo que también relaja la situación. Las mejores fotos son las naturales.