Los recursos de Latinoamérica, como la mayor reserva de litio que se encuentra en Bolivia, son el objetivo.
Mientras la Unión Europea (UE) tiene que luchar con su grave crisis interna, América Latina, una aliada histórica de Europa, teje lazos con nuevos socios, sobre todo para adquirir tecnología rusa y dinero chino. ¿Está cambiando el eje geoestratégico en el continente?
Hasta donde alcanza la vista no se ve más que sal blanca que brilla bajo el cielo azul. En el salar boliviano de Uyuni, a 3,600 metros de altura, se encuentran las mayores reservas mundiales de litio, en una superficie de 10,000 kilómetros cuadrados.
El litio se usa en las baterías de los coches eléctricos cuya producción está aumentando. Y con ello el precio del carbonato de litio, que ya llega a más de 6,000 dólares la tonelada. El presidente boliviano, Evo Morales, encargó a la firma alemana K-Utec la planificación de la extracción, pero al final es posible que quienes la lleven a cabo sean empresas de China.
El gigante asiático acaba de prometer a Bolivia créditos por valor de 7,000 millones de dólares para la ampliación de la red de carreteras y trenes. Según Morales, que desde 2006 es el primer presidente indígena del país, su homólogo Xi Jinping se mostró dispuesto a que lleguen otros 10,000 millones de dólares más.
Europa está sumida en una de sus peores crisis desde la Segunda Guerra Mundial, con lo que está perdiendo influencia en un continente que colonizaron en su día españoles y portugueses.
En los aeropuertos, por ejemplo en Brasil, llama la atención la gran cantidad de chinos que viajan por la región por cuya vestimenta se ve que vienen a hacer negocios.
En su visita en agosto a Brasil, la canciller alemana, Angela Merkel, no consiguió más que promesas verbales de que Alemania participará en el proyecto de inversiones de 57,000 millones de euros para la ampliación de la infraestructura ferroviaria, portuaria y de aeropuertos del país.
Además, desde 1999 la UE negocia con la alianza del Mercosur un tratado de libre comercio pero sin avances. El pacto está frenado sobre todo por la socialista Venezuela, que también recibe el alimento de los créditos chinos.
A ello se suma que existe una tendencia a la falta de interés por América Latina en Europa, y eso pese a que de todas las grandes regiones del mundo este continente es el que tiene menos conflictos. Y que después de cada crisis aquí suele producirse un repunte.
Morales acordó también con el presidente ruso, Vladimir Putin, la construcción de un centro de investigación nuclear con tecnología rusa cerca de La Paz. Y Venezuela quiere comprar 12 jets de combate rusos Sukhoi-30.
Yang Zhimin, del Instituto Latinoamericano de la Academia de Ciencias Sociales china, subraya que China ha anunciado hasta 2023 inversiones por valor de 250,000 millones de dólares. Hay una coordinación bien organizada entre "arriba" (el gobierno) y "abajo", las empresas chinas que cada vez ponen más el pie en Latinoamérica, subrayó el experto en la revista "Nueva Sociedad".
También Estados Unidos observa cómo su "patio trasero" cierra tratos preferentemente con rusos y chinos antes que con ellos, y teme la formación de un nuevo bloque en su contra, después de que a principios del año se organizara la primer cumbre China-Celac con 33 países latinoamericanos.
Ambición asiática
Poco a poco, Beijing va creando sus esferas de influencia. "Los intereses de China en Latinoamérica son sobre todo económicos", subrayan los investigadores Nele Noesselt y Detlef Nolte. Se trata de conseguir materias primas, ampliar mercados para las exportaciones y nuevas oportunidades de inversión para los capitales chinos.
Para China, lo que parece más importante es acortar las vías comerciales, y por eso proyecta un canal que atraviese Nicaragua del Atlántico al Pacífico, a un costo de hasta 50,000 millones de dólares, así como una línea férrea de unos 5,000 kilómetros de largo desde Brasil hasta Perú.
"China supera a Europa como socio comercial en América Latina", subrayan Noesselt y Nolte en su análisis. Para Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Perú y Venezuela, China es ya el principal mercado de sus exportaciones.
A la vez, el gigantesco canal y la red ferroviaria hacen recordar la explotación que en su día hicieron las potencias coloniales europeas del imperio chino. "Paralelamente a la construcción de la red de ferrocarriles, los europeos se llevaron también las riquezas mineras a lo largo de todo el recorrido".
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