Arqueólogos subacuáticos extraen cabezas gigantes y dientes humanos de un enigmático naufragio en Anticitera, Grecia.
A medio camino entre Creta y la Grecia continental, Anticitera a no deja de revelar sus secretos. Hace más de un siglo, buzos locales descubrieron un naufragio en esta isla. El hallazgo ocurrió mientras se sumergían en aguas marinas buscando esponjas naturales. El sitio resultó ser uno de los más intrigantes para los arqueólogos subacuáticos. Desde entonces ha fascinado a la comunidad científica y reavivado el interés de la población griega por la arqueología marina.
«Es muy emocionante participar en este importante proyecto de excavación que comenzó hace 120 años,» menciona la doctora Elisa Costa, investigadora de la Universidad de Venencia. «Es realmente increíble.»
Un equipo perteneciente a la Escuela Suiza de Arqueología en Grecia reveló un nuevo descubrimiento el pasado miércoles 29 de junio. Este hallazgo podría ser la clave para descifrar enigmas que el sitio aún conserva. Entre los artefactos rescatados del fondo del mar, se encuentran estatuas de mármol y dientes humanos.
Hércules emerge del fondo del mar
Entre los objetos extraídos a lo largo de los años, se encuentran varias estatuas de bronce y mármol que representan deidades griegas. Algunas de éstas obras de arte anteceden por siglos al hundimiento, que se estima sucedió hacia el año 60 a.C. Se especula que la nave transportaba tesoros griegos saqueados por tropas romanas que se estrellaron contra el acantilado de la isla de regreso a Italia.
Una de las más célebres es la que muestra a Hércules triunfante y en reposo. La escultura que fue recuperada del fondo del mar sin cabeza, parece haberla recuperado en este nuevo hallazgo. Cuando la cabeza tallada en mármol reciba el proceso de conservación necesario, se podrá integrar al resto de la escultura, hallada hace más de cien años. Antes de este descubrimiento se desconocía el sitio exacto de donde provenía la pieza.
Información nueva sobre la tripulación
Otro de los hallazgos destacados de esta expedición son dientes humanos. Éstos son particularmente importantes para nuestro conocimiento sobre las personas a bordo del barco que naufragó en Anticitera. Gracias a la información contenida en los restos orgánicos, podemos saber más sobre la edad, la alimentación y el estilo de vida de los romanos de la época.
Mientras más datos y objetos se recuperen del naufragio de Anticitera, mejor conoceremos los pueblos que habitaron el Mediterráneo hace más de dos mil años.
Sigue leyendo:
Grecia abre al público su primer museo submarino