Por qué la Luna de octubre es tan especial y bonita

La Luna de octubre es la más bonita: ¿mito o realidad? Conversamos con un experto sobre el tema, y esto fue lo que nos dijo.

Canciones y dichos populares recuerdan constantemente a las lunas del décimo mes. Según esas referencias, las mejores vistas de nuestro satélite natural se dan cuando llega esta parte del año, por lo que las alusiones a la Luna de octubre siempre la destacan como la más especial y bonita del ciclo anual. Pero, ¿es esto algo real o es el resultado de una creencia poética?

Para aclarar el asunto, y determinar si esto es un mito o no, hablamos con el Dr. Alejandro Farah Simón, miembro del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Programa Espacial Universitario (PEU). Esto fue lo que dijo a National Geographic en Español.

¿Por qué las lunas de octubre son especiales?

Para entender en qué momento del año la Luna se ve más hermosa desde la Tierra, es necesario explicar el contexto astronómico que hay en la respuesta.

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El período de traslación del satélite, alrededor de nuestro planeta, es de poco más de 27 días. Cabe señalar que la forma de su órbita es elíptica, y aproximadamente una vez al mes, la Luna pasa de estar en su apogeo a su perigeo respecto a la Tierra. A lo largo de todas las estaciones terrestres, este ciclo se ocurre constantemente. Sin embargo, dichas posiciones de cercanía lunar no se repiten con exactitud; siempre son diferentes.

Por otro lado, las fases de la Luna son el resultado de la posición relativa entre esta, la Tierra y el Sol. Este ciclo, que va desde la Luna Nueva hasta la Luna Llena, y de regreso a la primera, dura en promedio 29.5 días. Dada esta razón, podemos entender por qué este periodo sinódico no se repite de forma cíclica durante el año.

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Dicho lo anterior, agreguemos que, a pesar de que las fechas de cambio de estaciones en la Tierra ocurren en momentos exactos, ni las distancias ni las fases de la Luna son regulares respecto a estos cambios.

“La belleza es subjetiva, y en el caso de la Luna, puede depender de factores tales como la fase en la que se encuentra, la estación del año en la Tierra, las condiciones climáticas, la perspectiva desde la que se observa, los efectos ópticos causados por la atmósfera, la ubicación e, incluso, la idiosincrasia cultural y de cada individuo”, apunta el especialista.