La prohibición del 99 % de los químicos nocivos para el ambiente ha promovido que el agujero en la capa de ozono esté volviendo a la normalidad.
En medio de la crisis climática también pueden haber buenas noticias. Recientemente, la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebró que el agujero en la capa de ozono está en vías de recuperarse. Tras la prohibición de ciertos químicos nocivos para la atmósfera, parece ser que la coraza natural que nos protege contra la radiación solar podría volver a su estado natural antes de que acabe este siglo. Esto es lo que sabemos.
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¿Cuál es la causa del agujero en la capa de ozono?
«El ozono estratosférico se constituye en el principal filtro de la radiación ultravioleta proveniente del Sol», explica el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (IDEAM). Sin ella, la radiación que generan los objetos en el cosmos —como galaxias, planetas y estrellas, por ejemplo— llegaría hasta la superficie terrestre y no permitiría la vida como la conocemos en la actualidad.
Además de esto, detalla la institución, la capa de ozono promueve que el clima en nuestro planeta se mantenga en límites adecuados para la biosfera. Esto es así porque la radiación UV-B promueve que la estratosfera se caliente y, en consecuencia, que las temperaturas en el planeta se eleven también.
Por la producción excesiva de químicos nocivos, el agujero en la capa de ozono fue una preocupación durante décadas para la comunidad científica. De agrandarse, la vida como la conocemos en la actualidad sería imposible. Y lo que es más: tendría impactos directos en las especies que habitan hoy en la Tierra. Entre ellos, se elevarían los casos de cáncer en la piel, cataratas y otras afecciones que la capa de ozono regula de manera indirecta.
Sin embargo, un informe reciente de la Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) anunció recientemente que el efecto devastador se está invirtiendo. El agujero en la capa de ozono está empezando a sanar. Finalmente.
La emergencia climática todavía no acaba
El informe de PNUMA es una buena noticia por tres razones fundamentales. La primera es que, antes de que acabe el siglo, el cierre del agujero en la capa de ozono evitará un 0.5ºC de calentamiento global, asegura la institución. La segunda es que, de mantenerse las políticas actuales, la capa podría recuperar los valores previos a 1980, justo antes de que se horadara originalmente.
Por último, la Antártida podría recuperar su recubrimiento natural de ozono para 2066. El Ártico, unas décadas antes: en 2045. El resto del mundo, para 2040. Esto es así porque el deterioro se ha ido enmendado progresivamente, explican los especialistas.
El hecho de que el agujero en la capa de ozono se esté recuperando no quiere decir que la crisis climática haya terminado. Por el contrario, casos como el de Lytton —el primer pueblo que sucumbió ante un incendio forestal masivo— se presentarán año con año, de no revertirse la tendencia ascendente en las temperaturas globales.
En la actualidad, ya existen términos como ‘refugiados climáticos’, que hace referencia a todas aquellas personas que han tenido que cambiarse de lugar a raíz de que las condiciones en sus tierras natales ya no les permiten habitar su territorio. Visto así, volver a los niveles naturales de ozono puede considerarse como un sólido primer paso para tener un planeta habitable —antes de que el daño sea irreversible.
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