La técnica para elaborar estas herramientas de madera sorprendió a los científicos. Ya que, reveló más información valiosa sobre los neandertales.
Hace unos 171,000 años, durante el Pleistoceno Medio, los neandertales, que vivían en la actual Toscana, en Italia, usaban la madera del boj común (Buxus sempervirens) para elaborar herramientas. Estos eran unos palos, de más de un metro de longitud, que redondeaban en un extremo y afilaban en el otro.
Estas herramientas de madera probablemente las utilizaron para excavar.
Estos palos excavadores fueron herramientas polivalentes que utilizaron algunas de las sociedades de cazadores-recolectores. Este descubrimiento lo publicaron en el portal de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los neandertales del sitio prehistórico de Poggetti Vecchi, en la actual Toscana, sometieron al fuego la madera del boj común para poder elaborar dichas herramientas. Esta es una técnica que aplicaron intencionadamente y que «no había sido documentada», según declararon los investigadores italianos.
Estos palos excavadores fueron parcialmente carbonizados, posiblemente para reducir el esfuerzo que suponía quitarle la corteza al boj común. Ya que, tras someter la madera al fuego se descortezaba más fácilmente.
«Este descubrimiento de Poggetti Vecchi ofrece evidencias sobre el tratamiento y uso de la madera por parte de los primeros neandertales, mostrando su habilidad para usar el fuego en la elaboración de herramientas de una madera muy dura», concluyeron los expertos.
Los huesos que acompañan a las herramientas indican que el sitio comprendía praderas abiertas en ese momento, habitadas por grandes herbívoros como elefantes y ciervos. El polen preservado en el sitio es diverso, lo que sugiere una rica mezcla de pastizales y humedales.
Por otro lado, los neandertales prosperaron durante 300,000 años, coexistiendo y a veces, reproduciéndose con humanos modernos. Igual que nosotros, tenían cerebros grandes y eran inteligentes. Sin embargo, a diferencia de nosotros, los neandertales no sobrevivieron, y las causas de su desaparición, hace unos 30,000 a 40,000 años, aún son desconocidas.
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Con información de National Geographic España