Experiencias sobrecogedoras nos dan un sentimiento de satisfacción sobre la vida
Admirar el paisaje desde lo alto de una montaña, ver el París infinito desde lo alto de la Torre Eiffel, contemplar una cascada de varios metros de altura o revivir la aventura de los primeros astronautas que pisaron la Luna en una proyección de imágenes y música… todas son visiones sobrecogedoras, que a alguno hasta le pueden poner los pelos de punta.
Ahora, un estudio publicado en la revista Psychological Science revela que este sobrecogimiento también nos hace más pacientes, más dispuestos a ayudar a los demás y, por si fuera poco, nos hace percibir que tenemos más tiempo libre.
Los investigadores, de la Universidad de Standford (EEUU), realizaron diferentes experimentos en los que los participantes resolvían ejercicios o encuestas después de observar imágenes sobrecogedoras.
Los resultados revelaron que, en comparación con los individuos control, los participantes experimentaban la sensación de tener más tiempo libre, algo muy valioso dado el frenético ritmo que llevamos hoy en día.
Gracias a ello, estas personas se mostraban más pacientes, preferían vivir experiencias antes de poseer más bienes materiales, estaban más satisfechos con la vida y además tenían más ganas de pasar parte de su tiempo ayudando a los demás.
Los autores destacan la importancia de vivir experiencias sobrecogedoras en la vida diaria como una solución «al sentimiento de tener poco tiempo, que es una auténtica plaga en la vida moderna», afirman en el estudio.