Un avión supersónico en el que trabaja la NASA está siendo equipado para superar por cuatro veces a la velocidad del sonido.
La inmediatez y la necesidad por acelerar las cosas son factores que inspiran a la tecnología. De modo que la idea de reducir los tiempos de traslado entre los diferentes puntos de la Tierra se mira más que atractiva. En este sentido, un avión supersónico, es decir, una aeronave capaz de sobrepasar la barrera del sonido, aparece como una de las opciones en las cuales ya se ha trabajado con el fin de vencer las distancias de nuestro planeta.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) fue la primera agencia en el mundo en desarrollar aviones supersónicos. Luego, tras el uso militar, estos trasportes pasaron al terreno de los vuelos comerciales. Un ejemplo de lo anterior es el Aérospatiale-BAC Concorde, que estuvo en servicio de 1976 a 2003. Sin embargo, la mencionada aeronave sufrió un accidente, y Air France y British Aircraft Corporation anunciaron el fin de los viajes a bordo de ella.
Ahora la NASA, punto de partida de esta tecnología, está trabajando en desarrollar un avión supersónico de próxima generación. Con esto, la promesa es revolucionar la experiencia de los vuelos trasatlánticos.
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Según la agencia espacial, el avión supersónico en el que trabaja podría viajar a Mach 4, cuatro veces más rápido que la velocidad del sonido. Además, gracias a su forma, el transporte estaría en condiciones de permitir que las onda de choque supersónicas se dispersaran, evitando, con ello, un estampido sónico cuando la nave rompiera la barrera del sonido.
X-59, el futuro de la aviación
El avión en cuestión lleva por nombre X-59. Con este, la NASA busca pasar las barreras de la aviación actual y abrir nuevas posibilidades para el ser humano. Desde ya, se presume que el potencial de la nave se demostraría en un vuelo desde Nueva York a Londres. Ese trayecto toma, aproximadamente, poco más de siete horas. Las estimaciones apuestan que el X-59 estaría haciendo 90 minutos en esa misma travesía.
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Si todo marcha bien, la NASA haría las primeras pruebas del X-59 en 2025. La intención es que el avión sobrevuele algunas ciudades de Estados Unidos para después solicitar a los residentes que compartan cómo respondieron al sonido.
La información recabada sería analizada y presentada a los reguladores estadounidenses e internacionales en 2027 con el fin de valorar si los vuelos supersónicos comerciales están en condiciones de regresar.
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