Un nuevo trabajo retoma el esqueleto de Tiktaalik y presenta evidencia de que desde esa especie el camino del agua a la tierra estaba trazado.
En 2004 se descubrió un fósil sumamente valioso para reconstruir la historia de cómo algunos organismos pasaron del agua a la tierra. El nombre que recibió el animal fue Tiktaalik y se trata de un pez que vivió hace 375 millones de años y que representa a uno de los parientes más cercanos de los vertebrados con extremidades. Ahora, 20 años después, nueva información llega a seguir completando lo que con este hallazgo empezó a revelarse.
En un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, un grupo de científicos realizó una nueva reconstrucción del esqueleto de Tiktaalik, una en la que se utilizó la tomografía microcomputarizada con el fin de escanear el fósil y revelar vértebras y costillas del pez que antes estaban ocultas.
Del agua a la tierra
Este trabajo, en el que participaron miembros de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos), muestra que las costillas del pez debieron estar unidas a su pelvis. Esto es una innovación que se considera crucial para sostener el cuerpo y que llevaría a la eventual conquista de la vida a la tierra.
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«Tiktaalik es notable porque nos da una idea de esta importante transición evolutiva«, dijo, en un comunicado, Tom Stewart, profesor asistente de biología en la Facultad de Ciencias Eberly de Penn State y uno de los líderes del equipo de investigación. «En todo su esqueleto, vemos una combinación de rasgos típicos de los peces y la vida en el agua, así como rasgos que se observan en los animales terrestres«.
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Ciertamente ya se ubicaba a Tiktaalik como un eslabón importante para entender cómo se dio esta increíble transición evolutiva. No obstante, según los autores, se señala por primera vez la manera en la que encajan las ideas precedentes, a la vez que se da pistas sobre esta evolución.
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