En algunos países, el ámbar gris se tasa con precios aún más elevados que el oro, pero pocos saben de dónde viene realmente.
Los gustos de élite han mostrado tener una afiliación particular por los desechos que producen ciertos animales. Con el kopi luwak, por ejemplo, hay tradición amplia: se esclaviza a las civetas para que, con su proceso metabólico, le quiten el sabor amargo a la vaina del café. Con el ámbar gris pasa algo similar: es la materia fecal de los cachalotes, que se tasa por cantidades exorbitantes para producir perfume.
Un proceso metabólico complicado
Los cachalotes son cetáceos masivos. Su producción fetal, por tanto, es proporcional a sus dimensiones. De manera general, se tienen registradas tres especies diferentes. Sin embargo, todas ellas comparten una característica que las distingue de otros animales marinos: conservan el gran órgano espermaceti.
Este tipo de ballenas producen un líquido ceroso en la cabeza. Aunque todavía no se sabe con certeza para qué sirve, algunos autores especulan que podría estar relacionado con la capacidad que tienen estos animales para flotar, o incluso para comunicarse con sus pares.
Los cachalotes cazan en las profundidades marinas. Se distinguen de otros cetáceos por su increíble capacidad de buceo, que les ayuda a alimentarse de pulpos y calamares de diferentes tamaños. Su alimentación está relacionada con el ámbar gris porque, en últimas, es la que ha de metabolizarse.
Esta dieta tiene sus complicaciones. Como los calamares tienen picos en el cuerpo, son difíciles de digerir. A la hora de querer procesarlos a nivel intestinal, los cachalotes secretan una sustancia cerosa —muy similar a la que se produce en el órgano espermaceti— para proteger a sus órganos internos. Al final del proceso, secretan los desechos fecales con una coloración grisácea. Eventualmente, si alguien la encuentra, se puede vender a un precio muy elevado en el mercado internacional.
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Una loción de procedencia cuestionable
La procedencia del ámbar gris es debatible. Hay biólogos que piensan que los cachalotes lo vomitan para deshacerse de él. Una línea de pensamiento más ampliamente aceptada sugiere que es el resultado final de su proceso metabólico y estos desechos pueden llegar a pesar hasta 50 kilos.
Se sabe que, una vez que sale del cuerpo del cachalote, el producto tiene un olor penetrante a heces. Sin embargo, a medida de que flota en el mar y se expone a la luz del sol, el aroma se suaviza. El color puede variar de un negro profundo hasta un marrón suave, o incluso blanco. Sin embargo, generalmente es gris. De ahí su nombre.
Si se encuentra varado en la playa, el ámbar gris es verdaderamente valioso. En algunos casos, es más caro que el oro. Se precia tan alto porque es un fijador poderoso, y forma parte fundamental de algunos perfumes. También se utiliza como supuesto afrodisiaco, o como remedio tradicional para ciertos malestares.
En algunos países de América, su comercialización es ilícita, ya que los cachalotes eran víctimas de caza excesiva para obtener sus huesos. La prohibición fomenta que no se infrinjan dinámicas de explotación sobre la especie, ya que ahora existen alternativas sintéticas al ámbar gris.
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