De los tres búhos que aparecieron en España desde noviembre de 2021, sólo uno queda vivo; sin embargo, se desconoce su ubicación.
En noviembre de 2021, tres búhos nivales aparecieron sorpresivamente en el norte de España, a cientos de kilómetros de su hábitat natural, que se extiende en latitudes cercanas al Círculo Polar Ártico.
Las primeras dos aves fueron avistadas cerca del Cabo de Peñas, Asturias, uno de los puntos más septentrionales de la península, mientras que otro búho más apareció en el Parque Natural Marismas de Santoña (Cantabria), unos 200 kilómetros al este.
Aunque no está claro cómo fue que los tres ejemplares alcanzaron la costa cantábrica (toda vez que su migración aún no se explica completamente y tanto sus rutas como los ejemplares que las llevan a cabo difieren año con año), una de las principales teorías es que emprendieron un largo viaje en busca de presas; sin embargo, otra afirma que viajaron hacia el sur descansando en barcos que posiblemente partieron del Mar de Norte con destino austral.
Los búhos nivales o del Ártico (Bubo scandiacus) son una de las especies más icónicas de la familia. Con una envergadura de hasta metro y medio y un máximo de 3 kilogramos de peso, se trata de un ave fácilmente reconocible por el denso plumaje blanco que poseen desde el nacimiento, que se aclara aún más conforme maduran y en el caso de las hembras, puede permanecer manchado durante el resto de su vida.
De hábitos diurnos, la especie suele alimentarse de pequeños roedores y otros mamíferos como conejos y topos; no obstante, ante la baja disponibilidad de sus principales presas, los búhos nivales pueden cazar peces y aves de menor tamaño.
Casi cuatro meses después de los primeros avistamientos, los restos del segundo búho que pierde la vida en España fueron localizados en Santoña, cerca de donde apareció el ejemplar solitario en Cantabria.
Un día después del primer avistamiento ocurrido el 7 de noviembre, la primera hembra avistada murió de agotamiento. Desde entonces, la pareja de búhos restante apareció en al menos tres ocasiones en dirección al este. Tras el deceso de los dos ejemplares, sólo queda un búho nival macho con vida de los tres visitantes que desde noviembre alcanzaron la península; sin embargo, hasta ahora no se tiene noticia de un nuevo avistamiento.
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