Por primera vez en 50 años, la lista de hábitats críticos para los manatíes en Florida será actualizada para garantizar su preservación en EEUU.
La solicitud se realizó hace más de 10 años. Por parte del Centro para la Diversidad Biológica, abogados y activistas en Estados Unidos pidieron a las autoridades que se realizara un mantenimiento consciente y profundo del hábitat de los manatíes en Florida. Durante años, la petición resonó como eco en oídos sordos. Hasta ahora.
Después de años de intentos, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre en Estados Unidos realizó un acuerdo con organizaciones de la sociedad civil locales, en el que se comprometen a restablecer el pasto marino y las temperaturas adecuadas para que la especie sobreviva.
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Una especie robusta, pero delicada
Fue en 1978 que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre actualizó por última vez las protecciones de hábitat crítico para los manatíes. A pesar de que ésta es una especie en peligro de extinción —no sólo en Florida—, «quedó en un segundo plano durante más de una década«, según explica a CNN Ragan Whitlock, un abogado del Centro para la Diversidad Biológica.
Desde ese entonces, se sabía que el hábitat de manatí es crítico. Con esto, se reconoce que la especie requiere de condiciones muy específicas para desarrollarse adecuadamente. En especial porque la piel de los manatíes es sumamente delicada, y resiente gravemente los cambios en la temperatura del agua —por más sutiles que sean.
A pesar de su apariencia robusta, los manatíes son animales increíblemente delicados, que se lesionan fácilmente la piel. Al no contar con grasa aislante de manera natural, es común que padezcan de «frost bites» que les lastiman la piel, y desencadenan otros padecimientos.
Aun así, la lista de espacios en los que habitan los manatíes en Estados Unidos no se había actualizado desde entonces. Aunque muchos de estos ecosistemas se han visto alterados por la crisis climática, no se había actualizado desde hace 50 años:
«Ahora, todas las designaciones de hábitats críticos requieren que el servicio identifique las características físicas y biológicas que son esenciales para la preservación de las especies,» explica Whitlock.
Para que los manatíes en Florida subsistan, los manantiales deben de mantenerse tibios —no calientes. Y lo que es más: las especies vegetales que usan para pastar bajo el agua deben de aguantar las nuevas temperaturas del ambiente. De lo contrario, el pronóstico no es positivo para estos primos lejanos de los elefantes.
Muertes inusuales en aumento
Debido a las alteraciones en su hábitat natural, los manatíes en Florida han visto un alza en decesos desde 2020. Sólo ese año, más de un millar de ejemplares perdieron la vida en su ecosistema nativo. En gran medida, las bajas se deben a los cambios severos en las lagunas estadounidenses.
Según Whitlock, los manatíes son fieles a los lugares en donde encontraron comida alguna vez. Desde hace dos años, cuando regresan a Indian River Lagoon, ubicado en la costa atlántica de Florida, encuentran cada vez menos hierba subacuática para alimentarse.
Además de estar lastimados por los ‘frostbites’, los manatíes se ven cada vez más disminuidos por el hambre. Esta condición preocupa a las autoridades en Florida, por lo que el acuerdo establece una revisión cercana de los hábitats críticos de la especie en el país.
«Este es un primer paso realmente importante para esa recuperación. No se puede proteger al manatí o darle una oportunidad de supervivencia a largo plazo sin proteger su hogar,» señala el abogado ambientalista.
Al cuidar a esta especie, los demás animales que comparten hábitat con ella también se ven beneficiados. Las lagunas en Florida, mientras tanto, están a la expectativa.
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