Expertos han comprobado que las ardillas rojas adoptan cuando la madre muere y hay alguna ardilla hembra cerca.
Científicos de las universidades de Guelph, Alberta y McGill, en Estados Unidos y Canadá, comprobaron que las ardillas rojas (Sciurus vulgaris) adoptan a las crías que han quedado huérfanas. Este estudio fue publicado en Nature Communications.
«Los animales sociales, como los leones o los chimpancés, están siempre rodeados de sus parientes, y no es extraño que una hembra adopte a un miembro de la familia huérfano, porque han pasado mucho tiempo juntos» explica Andrew McAdam, biólogo evolutivo y coautor del trabajo.

Foto: Diario Versión Final
«Pero las ardillas rojas viven casi completamente aisladas y son muy territoriales. El único momento en que dejan que otra ardilla entre en su territorio es cuando las hembras están listas para aparearse», añade. Por lo que, es sorprendente que adopten a crías que haya quedado sin madre.
Las ardillas rojas solo adoptan a crías huérfanas que llevan al menos un porcentaje de sus mismos genes.
«Es sorprendente que las ardillas rojas sean capaces de distinguir a sus parientes. Ya que, normalmente no interactúan unos con otros.» admite McAdam a Muy Interesante España.
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Foto: Wikimedia Commons
¿Cómo son las ardillas rojas?
La ardilla roja es un roedor mediano que habita en los árboles.Los machos y hembras tienen el mismo tamaño. Su longitud es de 20 a 25 centímetros. La cola mide de 15 a 20 centímetros. Por último, su peso corporal es de 230 a 400 gramos.
Su pelaje se caracteriza por ser suave y el color de la parte superior es rojizo.
Estas ardillas tiene un período de gestación de 38 días. En un parto nacen de dos a cinco crías y pesan de ocho a 10 gramos. Estos roedores abren los ojos aproximadamente a los 30 días de haber nacido.