Ser invisible podría ser la forma más básica de camuflaje, pero parece ser producto de un camino evolutivo distinto para los animales transparentes.
En las profundidades de los mares y las selvas húmedas más tupidas, ciertas especies adaptaron sus mecanismos de defensa para, literalmente, desaparecer ante una situación de emergencia. Sus depredadores naturales, confundidos ante la falta de presas qué cazar, deciden apostar por otro tipo de manjares disponibles: pareciera que los animales transparentes les llevan ganado un trecho importante.
Generalmente inofensivos y pequeños, estas especies se distinguen por no representar una amenaza para otros. Muchas veces han resultado objetos de estudio complicados, porque además de escasos, son naturalmente difíciles de ver. Estos son sólo algunos de ellos:
Salpa maggiore
Hoy en las costas de #Granada están encontrando esto. No es plástico ni medusas, no es un ?. Es un tunicado llamado Salpa fusiformis (salpas). No son urticantes ni peligrosos, forman colonias y son hermafroditas. Se alimentan d fitoplancton No les hagáis daño. Son inofensivos ? pic.twitter.com/3DIG7tySjp
— Amara ?? (@bioamara) June 16, 2019
A diferencia de la creencia popular, la salpa maggiore no es un animal venenoso. En las playas de Málaga, Granada y Andalucía, las personas tienden a confundirlos con botellas de plástico, cuando en realidad son un tipo específico de tunicado, conocido también como Salpa fusifomis.
Al contacto humano, no representan peligro alguno. Son animales inofensivos que se alimentan de fitoplancton. De manera general, forman colonias numerosas y tienen la capacidad de nacer hemafroditas, lo que les permite reproducirse rápidamente.
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Pez duende
El Macropinna microstoma habita a dos mil metros debajo de la superficie, y llamó la atención de científicos en todo el mundo por primera vez en 1939. Cuenta con una bóveda traslúcida en la cabeza que, además de ser increíblemente endeble, encapsula sus globos oculares. De manera general, habita en el Océano Pacífico, en las cercanías de las costas estadounidenses y mexicanas.
Es verdad: las dos oquedades por encima de la boca minúscula no son sus ojos, sino sus orificios nasales. Esta ventaja evolutiva le permite ver en todas direcciones, ya que tiene un par de ojos tubulares especiales que le permiten una visión 360 al interior de su cráneo transparente. En contraste, el resto de su cuerpo sí es opaco.
Escarabajo caparazón de tortuga
También conocidos como escarabajos tortuga de oro, esta especie de insectos se encuentran en las zonas tropicales de India. Generalmente viven sobre hojas amplias, enredaderas, campanillas y batatas. Pertenecientes a la familia Chrysomelidae, reciben su nombre por la coloración metálica que se trasluce al interior de su caparazón.
Una hembra común puede producir hasta 20 huevos planos. De manera general, no miden más de 7 milímetros, y el color puede variar de un naranja encendido hasta un dorado luminoso. Este animal transparente tiene la capacidad de cambiar de color cuando está enojado, que puede mutar hacia un café opaco.
Pepino transparente
Uno de los llamados «fósiles vivos» que se conservan hasta la actualidad es el pepino de mar. Entre ellos, quizá el más extraño es el pepino de mar rosa, que se caracteriza por tener una coloración pálida rosácea que permite entrever sus órganos vitales.
Conocido por su nombre científico Enypniastes eximia, éste es uno de los animales transparentes más largos que existen: pueden llegar a medir entre 10 y 30 centímetros. Es una especie cosmopolita que puede encontrarse a 500 metros de profundidad, cuya dieta consiste en materia orgánica que se filtra en el sedimento marino.
Ángel de mar
Los ángeles existen, y habitan en las profundidades más oscuras del Océano Ártico y Antártico. Estos animales transparentes mantienen hábitos alimenticios muy particulares con las mariposas de mar, en una relación de depredador-presa única entre las especies marinas. Cuando todavía no alcanzan la adultez, sin embargo, se alimentan principalmente de fitoplancton.
Existen dos subespecies de ángel de mar, que se distinguen entre sí por la longitud de su cuerpo: las del norte, que alcanza los 3 centímetros; y las del sur, de apenas 1.2 centímetros de largo. En su hábitat natural, entre los fiordos noruegos de Svalbard, pueden vivir hasta dos años. Generalmente se reproducen en primavera y verano, y son presa fácil para distintos tipos de ballenas.
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